Si habéis seguido un poco este blog seguro que sabéis que no soy muy amiga de hacer recetas sin gluten o lactosa. Primero, porque soy una antigua y creo que son necesarios para que la repostería esté realmente rica. Segundo, porque no quiero provocarle a nadie un problema por un descuido o contaminación cruzada. Y tercero, porque cada uno tiene que ser consciente de sus propias limitaciones; yo soy alérgica al mariscony ni se me ocurre entrar en ningún sitio pidiendo un arroz con bogavante, pero sin bogavante.
Dicho lo cual, una tiene amigasvintolerantes al gluten y a la lactosa (es importante recalcar que la gente es intolerante a la lactosa y el gluten, no alérgica, así que si consumen por error estos productos no van a desartollar shock anafiláctico, aunque tengan molestias y lo pasen mal), así que hoy os propongo una receta sin gluten y sin lactosa. ¡Vamos para bingo! Y todo esto en un bizcocho, que según los cánones debe hacerse con harina, normalmente de trigo, un aporte graso como la mantequilla y un líquido como la leche.
No las tenía yo todas conmigo, y dudaba de que el experimento saliera bien, pero la verdadves que queda un bizcocho más que digno. Diréis que yo no soy objetiva, así que previendo la llegada de este momento os diré que ahí están mus padre para dar fe de que el bizcocho estaba rico. Sí, lo reconozco, los usé como conejillos de Indias. 😂😂😂
Así que ya no hay excusa para invitar a merendar a esos amigos que le ponen pegas a todo porque ellos no consumen ni gluten ni lactosa (que me perdonen los realmente intolerantes, pero es que no entiendo esa moda que elimina estos productos de la dieta sin necesidad. La nueva tontería de esos que se creen guays y más sanos que nadie). Así que ya sabéis, precalentamos el horno y nos ponemod a ello.
Ingredientes:
- 6 huevos
- 175 g de azúcar
- La ralladura de 1 limón
- 180 g de almendra molida
- 60 g de almidón de maíz (maizena)
- 1pizca de sal
- Azúcar lustre
- Zumo de limón
Elaboración:
- Empezamos separando las yemas de las claras.
- Con una pizca de sal montamos las claras a punto de nieve y reservamos.
- En el bol de las yemas añadimos el azúcar
y la ralladura de limón, procurando no echar la parte
blanca de la fruta para que no amargue.
- Batimos todo bien hasta blanquear, hasta que consigamos una crema espesa, pálida y homogénea.
- Mezclamos la almendra molida con la maizena y lo añadimos a la mezcla de yemas.
- Batimos con suavidad hasta incorporar.
- A esta mezcla le incorporamos poco a poco las claras montadas a punto de nieve, con movimientos suaves y envolventes.
- Llenamos un molde engrasado y horneamos durante
unos 30-35 minutos, hasta que esté bien cocido.
- Dejamos que se temple, desmoldamos y dejamos enfriar completamente sobre una rejilla.
- Mientras, mezclamos el azúcar lustre con el zumo de limón, mezclamos bien y calentamos y bañamos el bizcocho. (Las manchitas negras que veis en las fotos son vainilla, no os asustéis).
- Sólo nos queda dejar enfriar el baño y disfrutar.
No se si toda la repostería moderna, a la que han dado por retirar la lactosa, el gluten o ambos, está tan rica como este bizcocho, pero doy fe de que, si no se lo dices a los comensales, ni se entera quien lo pruebe.
ResponderEliminarRIQUÍSIMO.