La receta de hoy no es apta para todo el mundo, lo aviso desde ya. No os asustéis aquellos que sois pelín vagos o un poco desastre en el mundo de la repostería, porque está elaboración es perfecta para vosotros. Eso sí, para poder desarrollarla con éxito es imprescindible cumplir dos requisitos: el primero, tener una batidora medianamente potente, el segundo, ser muy amante de los cítricos. Y es que nos vamos a limitar a batirlo todo junto, limones y niñas con piel incluidos, y echarlo en moldes para cogerlo.
Como veis, la receta más fácil no puede ser. Eso sí, os aconsejo que los cítricos que uséis tengan la piel lo más fina posible, porque ya sabéis que la parte blanca amarga, y ese no es el resultado final que queremos para nuestros bizcochitos. No, nosotros queremos unos pastelitos jugosos y suaves, de apariencia inofensiva, pero que al morderlos el sabor a limón y lima nos llene la boca.
Sí, ya sé que hay a gente a la que lo cítrico no le va demasiado. Incluso alguno me ha llegado a decir que comer algo con mucho limón es como comer Fairy. Para gustos, colores, pero de verdad que no lo entiendo. Para mí el coco y los cítricos son imprescindibles en la repostería. Sí vosotros estáis entre ese grupo de gente que no ama a las limas y limones, lo siento. Sólo os puedo decir que esperéis a la receta de la semana que viene. Los demás, abrid la despensa, porque los ingredientes para la receta de hoy los tenemos todos en casa, y manos a la obra.
Como veis, la receta más fácil no puede ser. Eso sí, os aconsejo que los cítricos que uséis tengan la piel lo más fina posible, porque ya sabéis que la parte blanca amarga, y ese no es el resultado final que queremos para nuestros bizcochitos. No, nosotros queremos unos pastelitos jugosos y suaves, de apariencia inofensiva, pero que al morderlos el sabor a limón y lima nos llene la boca.
Sí, ya sé que hay a gente a la que lo cítrico no le va demasiado. Incluso alguno me ha llegado a decir que comer algo con mucho limón es como comer Fairy. Para gustos, colores, pero de verdad que no lo entiendo. Para mí el coco y los cítricos son imprescindibles en la repostería. Sí vosotros estáis entre ese grupo de gente que no ama a las limas y limones, lo siento. Sólo os puedo decir que esperéis a la receta de la semana que viene. Los demás, abrid la despensa, porque los ingredientes para la receta de hoy los tenemos todos en casa, y manos a la obra.
Ingredientes para los bizcochitos:
- 250 g de azúcar
- 1 limón pequeño de piel fina
- 1 lima pequeña de piel fina
- 3 huevos L
- 125 g de queso de untar
- 100 g de aceite de girasol
- 250 g de harina de trigo
- 16 g de levadura en polvo (tipo Royal)
- 1 pizca de sal
Ingredientes para el glaseado:
- 100 g de azúcar lustre
- 4 cucharadas de zumo de limón (o lima, o mezcla de ambos)
Elaboración de los bizcochitos:
- Empezamos cortando la lima y el limón en cuartos y quitándoles las pepitas.
- Los metemos en el vaso de la Thermomix (o de la batidora) y trituramos junto con el azúcar y los huevos, hasta que esté todo bien integrado.
- Añadimos el queso de untar y el aceite y batimos de nuevo, hasta que quede fino.
- Incorporamos la harina, la levadura y la sal y batimos lo justo para integrar.
- Echamos la mezcla en los moldes previamente engrasados (yo utilizo los de magdalenas) y cocemos en el horno precalentado a 180°C durante unos 25-30 minutos, hasta que estén doraditos.
- Pasado ese tiempo desmoldamos y dejamos enfriar sobre rejilla.
Elaboración del glaseado:
- Para hacer la glasa sólo tenemos que mezclar las cucharaditas de zumo y el azúcar lustre, hasta que no nos quede ni un grumo.
- Cuando los bizcochitos estén totalmente fríos echamos la glasa por encima y dejamos que se asiente.
- Ya sólo nos queda servir y disfrutar.
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