Soy una adicta a la Coca Cola. Sí, no puedo negarlo. Porque si lo hiciera podrían salir mil personas a desmentirlo. Dos mil camareros. Tres mil máquinas expendedoras. Cuatro mil estantes de supermercados. Y encima me gusta la de toda la vida, esa que no es light ni zero.
Soy una adicta, pero estoy tratado de rehabilitarme. Primero porque es una vergüenza que Coca Cola no cumpla las sentencias que le obligan a reincorporar a los trabajadores despedidos en un ERE nulo. Lo segundo, porque está llena de azúcar, colorantes, aromas y cosas artificiales que me aseguran que son malísimas para la salud. Como ni fumo, ni bebo en exceso, ni me drogo con nada que no sean antihistamínicos o un relajante muscular de vez en cuando, ni me hincho a embutidos o patatas fritas podría asumir matarme con Coca Cola, pero claro, que pisoteen los derechos de los trabajadores ya no me hace tata gracia. Yo es que soy así.
Digo que estoy intentando rehabilitarme, de hecho he bajado mucho el consumo, pero aún la sigo tomando de vez en cuando. Vamos, que al menos una a la semana cae. Sobre todo con estos calores que nos trae el verano. Bueno, en invierno digo que es que como no tomo café necesito su cafeína para despertarme. Pero me estoy quitando. He bajado mucho el consumo. Entre otras cosas porque ya no la compro para tener en casa y así me ahorro tentaciones.
Así que sin Coca Cola en la nevera sin llevarme a la boca necesitaba buscar un sustituto refrescante y que supiera a lago, no como el agua, que aunque bebo mucha es incolora, inodora e insípida. O eso dicen. Total, que me he dado a las infusiones, tés y batidos. Aunque no saben a Coca Cola, algo es algo. No, en serio, son bebidas fáciles de preparar, sanas y que están muy ricas; empezamos por una infusión de manzana y canela.
Ingredientes:
- 1 litro de agua
- 4 manzanas Granny Smith o Golden
- 1 rama de canela
- 3 cucharadas de azúcar moreno
Elaboración:
- Empezamos por lo más difícil de la receta; cortar todas y cada una de las manzanas, ¡y son cuatro!, en cuartos.
- Echamos los trozos de manzana, la rama de canela y el azúcar moreno en un cazo y cubrimos con un litro de agua.
- Llevamos todo a ebullición y cuando empiece a hervir bajamos la temperatura y cocemos a fuego lento durante unos 15 o 20 minutos, hasta que las manzanas estén blandas.
- Retiramos entonces la cazuela del fuego y la dejamos templar antes de guardarla en el frigorífico para que se enfríe del todo.
- Una vez fría sólo nos queda colarla y servirla con cubitos de hielo.
Un extra:
- No tiréis la fruta cocida. Podéis tomarla como compota o utilizarla para dar un poco de alegría a un bizcocho básico, mezclándola con la masa antes de cocerlo.
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