Las vacaciones de Semana Santa ya están aquí, y llegan después de un trimestre, el más corto del curso, cargado de exámenes y trabajos. Así que entenderéis la vagancia y que esta semana vengamos con una receta rapidísima y sencillísima. Tanto que hasta nos da un poco de vergüenza ponerla aquí.
Pero nos animamos porque no deja de ser un básico en nuestro "fondo de nevera". Sobre todo si os gusta la repostería, ya que esta salsa lo mismo sirve para rellenar crepes y galletas o rematar gofres y bizcochos. Si lo del horno no se os da muy bien, tranquilos, porque también podéis usar este caramelo para darle un toque diferente a un simple helado de vainilla.
Nos ponemos manos a la obra y sólo con tres ingredientes que todos (o la mayoría) tenemos en casa nos sacamos una salsas de caramelo de mantequilla salada con el que alegrar nuestros postres.
Ingredientes:
- 320 g. azúcar
- 120 g. mantequilla salada
- 130 g. nata (35% MG)
Elaboración:
- Empezamos elaborando un caramelo en seco. Para ello vamos echando poco a poco el azúcar en un cazo a fuego medio, hasta que todo el azúcar se haya fundido y tengamos un caramelo oscuro. (Ojo, oscuro, que no quemado. Y pasa de estar en su punto a quemarse con mucha facilidad).
- Cuando tengamos listo el caramelo retiramos el cazo del fuego, incorporamos la mantequilla troceada y mezclamos bien.
- Añadimos la nata a temperatura ambiente al caramelo, poco a poco, y sin parar de remover para que se integre bien. (espesará cuando se enfríe).
Conservación:
- Os saldrá casi 600g. de caramelo de mantequilla salada con estas cantidades, así que supongo que no os lo comeréis de una sentada. Se puede conservar durante un mes en la nevera.
- Sólo tenéis que echarlo en un tarro y esperar a que se enfríe antes de cerrarlo y meterlo en el frigorífico.
- Y cuando queráis utilizarlo no olvidéis darle un golpe de calor.
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