Y aprovechando unas avellanas ya peladas y tostadas que tenía he decidido hacer una crema de avellanas. Que dicho así seguro que os parece un poco soso, pero si os digo que su sabor recuerda muchísimo al del relleno del Kinder Bueno seguro que ya os apetece más hacerla.
Su elaboración es sencillísima, pero sí o sí vais a necesitar una Thermomix o robot parecido, porque necesitamos convertir la avellana y el azúcar en un polvo finísimo, para que nos quede una crema homogénea, suave y agradable de comer.
Una vez tengáis vuestra crema de avellanas hecha sólo tenéis que guardarla en tarros y conservarla en un lugar seco y fresco. Sí, podéis meterla en la nevera, pero acordaos de sacarla un rato antes de consumirla. ¿Y consumirla cómo? Simplemente untada en una tostada, para relleno de tartas, galletas o cupcakes, o como acompañamiento de unos gofres de un desayuno de esos de #yomequedoencasa.
Ingredientes:
- 500 g de azúcar glas
- 240 g de aceite de girasol
- 160 g de leche en polvo
- 90 g de avellanas
- Una cucharada de postre de vainilla líquida (Yo he usado semillas de una vaina de vainilla)
Elaboración:
- Para empezar quitamos bien la cascarilla de las avellanas, para que nos quede una crema lo más clara posible.
- Ponemos en el vaso de la Thermomix el azúcar glas, la leche en polvo las avellanas y las semillas de vainilla (si utilizáis esencia de vainilla la agregais en el siguiente paso). Pulverizamos unos 10 minutos en velocidad progresiva 5- 7- 10 hasta conseguir un polvo muy fino.
- Incorporamos el aceite (y la esencia de vainilla si no usáis semillas) y mezclamos durante un minuto velcidad 7, hasta conseguir una crema homogénea. (Añadid el aceite poco a poco, ya que si nos pasamos nos quedará una crema muy líquida,y si nos quedamos cortos estara muy dura).
- Sólo nos queda guardar nuestra crema de avellanas en un bote de cristal y disfrutar.
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