Torrijas caramelizadas

Sí, Semana Santa ya está a la vuelta de la esquina. Las agencias de viajes lanzan sus ofertas de última hora prometiendo días interminables de sol, los niños pegan las narices al cristal de las pastelerías soñando con la mona más grande y con el muñequito más molón y las televisiones se preparan para sacar del baúl de los recuerdos películas como Ben-Hur, Quo Vadis, Espartaco o Barrabás.

Y otro clásico de Semana Santa, por supuesto, son las torrijas. Parece que en época medieval eran un plato indicado para la recuperación de las parturientas y a principios del siglo XX eran muy comunes en las tabernas de Madrid, acompañadas de un vaso de vino. Aunque cada vez más se comen durante el resto del año, es ahora cuando reinan en nuestras mesas. Según cuenta la leyenda, en Cuaresma y Semana Santa, las familias seguían haciendo la misma cantidad de pan que el resto del año, pero sobraba más ya que no había carne con la que acompañar, y debe ser que apetecía menos. Así que resulta más que evidente que las torrijas nacieron como una forma de aprovechar ese pan sobrante. 

Otra cosa muy evidente es que torrijas como las de vuestras madres o abuelas, ningunas. Así que nosotros nos vamos a alejar un poco de las recetas más tradicionales y populares en España y nos hemos decantado por una versión un poco más francesa. Unas torrijas doradas en mantequilla en vez de aceite de oliva y con un crujiente caramelizado en su exterior. Si yo puedo hacer este postre, con el asco que me da el pan, el bizcocho o la galleta remojada, cualquiera puede hacerlo. Así que poneos el delantal y manos la obra.

Ingredientes:
  • Brioche
  • ½ l de leche
  • ½ l de nata
  • 3 huevos grandes
  • 110 g de azúcar
  • 1 rama de canela 
  • Piel de un limón (sólo lo amarillo)
  • 100 g de azúcar
  • 50 g de mantequilla

Elaboración:
  • En un cazo ponemos la leche, la nata, la rama de canela, la piel de limón y llevamos a ebullición.
  • Retiramos del fuego, tapamos con papel film y lo dejamos infusionar hasta que la mezcla esté completamente fría.
  • En un bol ponemos los huevos con el azúcar y batimos bien.
  • Añadimos la mezcla la leche la nata, ya fría y mezclamos. (Colad la mezcla para que no caiga ni la canela ni el limón).
  • Cortamos rebanadas de brioche y las ponemos en una fuente.
Bañamos las rebanadas de brioche con la mezcla de leche, nata y huevos (mejor si la coláis) y las mantenemos a remojo durante 4 horas.
  • Pasado ese tiempo escurrimos las rebanadas de brioche del baño y las rebozamos por ambas caras en una fina capa de azúcar.
  • Cortamos la mantequilla en dados y la fundimos en una sartén antiadherente, hasta que esté bien caliente.
  • Doramos las torrijas en la sartén por ambos lados.
  • Solo nos falta servir nuestras torrijas con un poco de crema inglesa, natillas o helado y disfrutar. 


1 comentarios:

  1. Un clásico, al que se ha sometido al "refinamiento". Siempre están buenas y se pueden comer en cualquier momento del día.

    Otro éxito de nuestra bloguera,

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¿Qué es Pelinti? Muchas veces, cuando nos sentamos a la mesa ante un plato de nuestra comida favorita, nos la llevamos a la boca aún demasiado caliente movidos por el ansia, a pesar de saber que nos vamos a quemar. Entonces no nos queda otra que emitir un extraño ruido, una especie de "aaaaaaaahhhh" con la boca cerrada, a la vez que intentamos introducir aire fresco en ella, expulsamos el aire caliente de dentro, y hacemos que la comida de pequeños botes en la lengua, porque quema. En Ghana describen todo esto con una sola palabra, "pelinti", que literalmente significa "mover la comida caliente por la boca". En este blog intentaré dar recetas y recomendar bares y restaurantes con los que tengamos que usar la palabra "pelinti".