Galletas de mantequilla y mermelada de fresa



¿Hay mejor forma de empezar el día que con un vaso de zumo de naranja recién exprimidas y nuestras galletas preferidas? Las linzer, unas pastas austriacas que tradicionalmente se comían en Navidad, podrían ser esas galletas. Pero hoy no os voy a enseñar a prepararlas, hoy haremos las primas pobres de las galletas linzer. Y digo pobres, sencillamente, porque en mi despensa no había almendras molidas, imprescindibles para esta preparación. Pero no pasa nada, con lo que tenemos en casa podemos conseguir también unas galletas muy dignas.

Hay cosas que nos llaman la atención sólo porque son bonitas, pero es que estas galletas además saben muy bien. Quería hacer algo parecido desde hace tempo, sólo por conseguir esa preciosa ventanita de galleta de mantequilla por la que asoma una capa de brillante mermelada de fresa. 

No hay más, el secreto de esta galleta está en su sencillez. Pero no os dejéis engañar, cada mordisquito tiene un sabor que recuerda mucho a la felicidad...

Ingredientes para la masa básica de las galletas de mantequilla:
  • 300 gr de mantequilla a temperatura ambiente
  • 1 taza de azúcar
  • 5 tazas de harina
  • 2 huevos
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla

Ingredientes para el relleno:
  • Medio bote de mermelada de fresa
  • 2 cucharadas de agua
  • 1sobre de agar agar (lo encontráis en cualquier supermercado, junto a las gelatinas y levaduras. Si no lo hacéis, unas hojas de gelatina también sirven, pero a mí me gusta más la textura del agar agar.)

 Elaboración de las galletas de mantequilla: 
  • Con la ayuda de una batidora batimos la mantequilla (valga la redundancia) hasta que esté cremosa. Sin dejar de batir añadimos el azúcar, los huevos uno a uno y la esencia de vainilla. 
  • Echamos la harina poco a poco, procurando que se integre bien. Llegará un momento en que la batidora no nos sirva y tendremos que amasar con las manos. Toca remangarse y trabajar la masa hasta que no se nos pegue en las manos. Cuando esté lista la dejamos reposar en la nevera durante media hora, porque así luego será más fácil de trabajar.
  • Sacamos la masa de la nevera, la colocamos entre dos láminas de papel vegetal (quien haya leído mi blog ya sabrá que soy adicta al papel vegetal...) y con un rodillo la extendemos hasta dejarla, más o menos, en medio centímetro de espesor. 
  • Llegó el momento de cortar las galletas. Yo lo he hecho con dos cortapastas en forma de estrella, uno más pequeño que el otro. Con el grande cortamos la base y la tapa de nuestra galleta, y con el pequeño hacemos una ventanita en la tapa por la que asomará la mermelada.
  • Colocamos nuestras pastas sobre en una bandeja forrada (sí...) con papel vegetal y las metemos al horno precalentado a 180ºC, durante unos 15 minutos. Todo depende de vuestro horno, así que vigiladlas, porque en unos segundos pasan de estar perfectas a estar quemadas.

Elaboración del relleno:
  • Yo utilizo una mermelada de fresa casera, que hace mi padre, con la fruta bien triturada. Pero si la vuestra tiene muchos trozos de fruta, retiradlos. Echamos nuestra mermelada en un cazo y la calentamos a fuego medio.
  • Disolvemos el agar agar en dos cucharadas de agua fría, y cuando la mermelada empiece a calentarse, incorporamos y mezclamos bien.
  • Cuando la mezcla empiece a hervir mantenemos la mermelada en el fuego durante dos minutos, retiramos y dejamos templar. 

Montaje de las galletas: 
  • Prestad atención, porque es complicadísimo. Tanto como coger una base de galleta, echarle una cucharada de mermelada, poner encima una tapa de galleta (la de la ventanita) y dejar reposar unos tres minutos para que la mermelada se asiente.

Conservación: 
  • Estas galletas aguantan muy bien hasta una semana dentro de una caja de metal, como las de las galletas danesas. Galletas que jamás volveréis a comprar cuando descubráis esta masa...

Un consejo extra: 
  • Esta es una mas básica que sirve para multitud de galletas, con o sin relleno, e incluso como base de algunas tartas. 
  • Por eso yo siempre tengo esta masa en el congelador, donde aguanta perfectamente unos seis meses. Sólo hace falta sacarla del congelador unas cuatro horas de utilizarla, ya que fría se trabaja mejor.



 
 

0 comentarios:

Publicar un comentario

 

Blogger news

About

¿Qué es Pelinti? Muchas veces, cuando nos sentamos a la mesa ante un plato de nuestra comida favorita, nos la llevamos a la boca aún demasiado caliente movidos por el ansia, a pesar de saber que nos vamos a quemar. Entonces no nos queda otra que emitir un extraño ruido, una especie de "aaaaaaaahhhh" con la boca cerrada, a la vez que intentamos introducir aire fresco en ella, expulsamos el aire caliente de dentro, y hacemos que la comida de pequeños botes en la lengua, porque quema. En Ghana describen todo esto con una sola palabra, "pelinti", que literalmente significa "mover la comida caliente por la boca". En este blog intentaré dar recetas y recomendar bares y restaurantes con los que tengamos que usar la palabra "pelinti".