Yo no me fío de la gente que no come. Así, en general. Y en particular no me fío de la gente que no come queso. Ya, para esa gente que dice que no le gusta el queso y luego come tranchetes o pizzas de esas de las del super, para esa gente que huye del manchego, el comté o el stilton y luego se traga esas cosas que degradan el nombre del queso, no tengo palabras. Como ya habréis adivinado, el protagonista de nuestro post de hoy es el queso. Y digo post porque no me atrevo a decir que esto sea una receta.
Hoy vamos a preparar un camembert al horno, aromatizado con ajo, pimienta, romero y un poco de vino blanco. Es importante que os hagáis con un queso de esos que vienen en cajita de madera, pero no imprescindible: siempre podéis meter el camembert en una cazuelita de barro o un molde de tarta en el que quede ajustado. Si no encontráis camembert tampoco pasa nada, esta preparación también queda perfecta con un queso brie.
Este queso al horno es muy fácil de hacer, lleva muy pocos minutos de elaboración, se mete al horno y te olvidas de él durante un rato. Una preparación ideal para una reunión informal con los amigos, con la que quedar bien sin pasar demasiado tiempo aislado en los fogones mientras los demás se toman un vino y se enfrascan en una conversación en la que el cocinero no puede participar. Y una vez sacamos el queso del horno sólo nos hace falta un buen pan y ganas de disfrutar para acompañar.
Ingredientes:
- 1 camembert en caja de madera
- 1 cucharadita de romero seco
- 1 pizca de pimienta negra
- 1 diente de ajo
- 3 cucharadas de vino blanco
Elaboración:
- Lo primero que tenemos que hacer es quitar el plástico o papel que envuelve el queso y volver a meterlo en su cajita de madera.
- Con un cuchillo hacemos incisiones en el camembert y metemos las rodajitas de ajo en algunas de ellas.
- A continuación espolvoreamos el queso con la pimienta y el romero, y rociamos con una cucharada vino.
- Metemos el queso al horno y lo gratinamos durante unos 10 minutos, añadiendo el resto del vino según se vaya consumiendo.
- Sacamos el queso del horno y servimos inmediatamente acompañado de un buen pan.
Pues ya siento que no te fíes de mí, puesto que gustar, gustar, sólo me va el manchego añejo, eso si, acomnpañado de un buen jamón y mejor vino.
ResponderEliminarDe cualquier modo, ya tengo otro platillo para quedar bien fácil de hacer.
Una vez más gracias por compartir tu sabiduría.
Ya lo dijo Osgood, nadie es perfecto.
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