En verano apetecen cosas fresquitas. Hasta ahí todos de acuerdo. Pero también somos golosos y nos gusta mojar en un buen chocolate. Pues bien, señores, el chocolate no es sólo para el invierno, como los helados no son sólo para el verano.
Seguro que muchos de vosotros os habéis sentado en una terraza y habéis pedido un Cacaolat, sobre todo sí ibais con niños y era la hora de la merienda. Aunque no os engañemos, a nosotros también nos gusta darnos este tipo de capricho de vez en cuando, así que hoy os propongo una versión un poco más adulta de este batido.
Y digo un poco más adulto simplemente porque nos vamos a olvidar de esos cacaos en polvo e instantáneo que se veden en todos los supermercados y vamos a utilizar un buen chocolate negro. Y porque, además vamos a aromatizar la leche y la nata que utilizaremos para nuestro batido con unas cuantas especias. Tranquilos, las vamos a usar en poca cantidad, lo justo para dar un toque de sabor. Venga, nos ponemos a ello.
Seguro que muchos de vosotros os habéis sentado en una terraza y habéis pedido un Cacaolat, sobre todo sí ibais con niños y era la hora de la merienda. Aunque no os engañemos, a nosotros también nos gusta darnos este tipo de capricho de vez en cuando, así que hoy os propongo una versión un poco más adulta de este batido.
Y digo un poco más adulto simplemente porque nos vamos a olvidar de esos cacaos en polvo e instantáneo que se veden en todos los supermercados y vamos a utilizar un buen chocolate negro. Y porque, además vamos a aromatizar la leche y la nata que utilizaremos para nuestro batido con unas cuantas especias. Tranquilos, las vamos a usar en poca cantidad, lo justo para dar un toque de sabor. Venga, nos ponemos a ello.
- 500 g de leche
- 125 g de nata 35% M.G
- 50 g de azúcar
- Medio palo de canela
- 2 bolitas de pimienta negra
- 4 bolitas de cilantro
- 1 vaina de cardamomo
- Un trocito de jengibre fresco (como del tamaño de una uña)
- 90 g de chocolate negro
Elaboración:
- Empezamos poniendo la leche, la nata, el azúcar y las especias en un cazo y lo llevamos a ebullición, sin dejar de revolver, para aseguraros de que el azúcar queda bien disuelto.
- Retiramos del fuego y dejamos enfriar completamete. Lo ideal sería que dejáramos infusionar las especias en la leche de un día para otro, pero si no podéis, con un par de horas basta.
- Pasado el tiempo de infusión volvemos a poner la mezcla de nata, leche y especias al fuego, y cuando esté caliente añadimos el chocolate y revolvemos bien, hasta que esté totalmente disuelto.
- Apartamos el chocolate del fuego, lo dejamos templar y lo metemos en la nevera, hasta que esté bien frío.
- Ya sólo nos queda colar las especias, servir y disfrutar.
0 comentarios:
Publicar un comentario