Estamos en noviembre, un mes perfecto para encontrar peras conferencia en la frutería. Gorditas, maduras y llenas de sabor. La verdad es que cuando hablamos de frutas pocas veces pensamos en la pera. Cuando preguntas a alguien por su fruta favorita nadie responde pera. Vas a las pastelerías y heladerías y en casi ninguna encontramos un producto elaborado con pera. Y la verdad es que no sé por qué, porque la pera es una fruta que a mí me gusta.
También me gusta desayunar tostadas. Tostadas de un buen pan hecho en casa. En este blog podéis encontrar algunas recetas; sólo tenéis que cortarlo en rebanadas cuando esté frío, envolverlo en film y congelarlo. Así siempre tendréis pan para vuestras tostadas del desayuno: las sacáis del congelador mientras hacéis el café y el zumo, las tostáis y listo.
Y ahora llega el momento de juntar tostadas y peras, gracias a la mermelada que os proponemos hacer hoy. Hacer mermelada en casa no es difícil, sólo necesitamos un poco de tiempo y remover la cacerola de vez en cuando para que no se nos pegue. A cambio, podemos conseguir sabores sorprendentes que a veces es difícil conseguir en las tiendas.
Es el caso de esta mermelada de pera y vainilla. Una mermelada con un sabor elegante, en la que primero notamos la pera y luego el regusto de la vainilla permanece en nuestro paladar. Y el secreto sólo está en utilizar buena fruta y la mejor vainilla que nos podamos permitir. Eso sí, hay utilizar que utilizar vainas de vainilla, no esencia. Primero, porque el sabor no tiene nada que ver. Y segundo, porque con las semillas de las vainas conseguimos una mermelada moteada de semillas de vainilla, con el efecto estético que eso conlleva. Así que ya sabéis, reunid los ingredientes y manos a la obra.
También me gusta desayunar tostadas. Tostadas de un buen pan hecho en casa. En este blog podéis encontrar algunas recetas; sólo tenéis que cortarlo en rebanadas cuando esté frío, envolverlo en film y congelarlo. Así siempre tendréis pan para vuestras tostadas del desayuno: las sacáis del congelador mientras hacéis el café y el zumo, las tostáis y listo.
Y ahora llega el momento de juntar tostadas y peras, gracias a la mermelada que os proponemos hacer hoy. Hacer mermelada en casa no es difícil, sólo necesitamos un poco de tiempo y remover la cacerola de vez en cuando para que no se nos pegue. A cambio, podemos conseguir sabores sorprendentes que a veces es difícil conseguir en las tiendas.
Es el caso de esta mermelada de pera y vainilla. Una mermelada con un sabor elegante, en la que primero notamos la pera y luego el regusto de la vainilla permanece en nuestro paladar. Y el secreto sólo está en utilizar buena fruta y la mejor vainilla que nos podamos permitir. Eso sí, hay utilizar que utilizar vainas de vainilla, no esencia. Primero, porque el sabor no tiene nada que ver. Y segundo, porque con las semillas de las vainas conseguimos una mermelada moteada de semillas de vainilla, con el efecto estético que eso conlleva. Así que ya sabéis, reunid los ingredientes y manos a la obra.
Ingredientes:
- 1 kg de peras conferencia ( sin piel ni pepitas )
- 500 g de azúcar
- El zumo de 1 limón
- 2 vainas de vainilla
Elaboración:
- Para empezar pelamos y limpiamos las peras, las cortamos en trocitos y los ponemos en una olla con el azúcar y el zumo de limón.
- Removemos bien y dejamos reposar una media hora, para que se forme un poco de almíbar.
- Trituramos la mezcla con la batidora y echamos dentro las semillas raspadas de la vainilla, junto con las vainas.
- Ponemos la olla a cocer a fuego fuerte, removemos muy a menudo para que no se nos pegue al fondo de la olla.
- Cuando hierva bajamos el fuego a medio-bajo y vamos desespumando.
- Mezclamos el azúcar y la pectina, incorporamos a la olla en forma de lluvia, removemos bien y dejamos cocer unos 35 minutos, o hasta que la mermelada tenga la consistencia que deseamos, sin olvidarnos de ir removiendo de vez en cuando.
- Retiramos las vainas de vainilla y pasamos la mermelada a botes. Si vamos a conservarla durante un tiempo esterilizamos los frascos. (Yo no lo hice porque me quede sólo uno, los otros los regalé).
- Ya sólo nos queda abrir un bote y disfrutar.
Vemos que, como siempre, tus mermeladas tienen un aspecto magnífico y el toque gourmet de la vainilla. Lástima que no hemos sido agraciados con "el regalo". Otra vez será,
ResponderEliminarVosotros tenéis un tarro. Jajajajaja
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