A mí, que soy alérgica al marisco, no se me ocurre entrar en una marisquería pensando que voy a poder disfrutar de una comida rica y variada, pero por lo visto la gente que es diabética o intolerante a la lactosa o al gluten se cree que puede entrar en una pastelería y ponerse las botas sin que pase nada. Y en el fondo ellos lo tienen bastante más sencillo que yo, ya que el mercado les ve consumidores en potencia y cada vez pone a su disposición más productos, mientras a mí me dicen "pues no comas marisco (ni nada que lo haya rozado siquiera), y listo".
En fin, voy a dejar de quejarme y vamos al lío. Para uno de estos colectivos, el de los intolerantes a la lactosa (¡intolerantes, no siquiera tienen una alergia que puede producirles un shock anafiláctico!), tenemos hoy una receta de flan. ¿Un flan? Pero si para hacer un flan es imprescindible la leche, estaréis pensando. Pues no. Nuestro flan de hoy tiene un toque de naranja y está elaborado con zumo en lugar de leche. Por cierto, por favor os lo pido, utilizad zumo de naranja natural. Recién exprimido en casa. De esos que te sacan una sonrisa y te iluminan los ojos nada más probarlo. Y es que, con todo lo que ha avanzado la ciencia no hay nada menos logrado (y más asqueroso) que el zumo de naranja que nos venden en el supermercado en botella o tetra brik. Así que si tenéis una pareja que os exprime el zumo todas las mañanas no la dejéis escapar, porque eso es amor verdadero. Hacedme caso.
Y después de esta sección a lo consultorio Elena Francis, permitidme que os dé un par de consejos más, esta vez relacionado con la elaboración de nuestro flan de naranja, sí. El primero; no intentéis hacerlo más light quitándole azúcar. El azúcar no sólo endulza, también ayuda a crear estructura en nuestros postres, y si tenemos en cuenta que el nuestro no lleva la grasa de la leche, vamos a necesitar esa ayuda. Y precisamente por carecer de la grasa de la leche este flan va a tardar en cuajar un poco más que el flan de huevo de toda la vida. Así que sed pacientes y no intentéis desmoldar el flan antes de tiempo, u os encontraréis con un pequeño desastre. Dicho esto, vamos a ello.
Ingredientes:
- 6 cucharadas de azúcar para hacer caramelo
- 4 huevos
- 4 yemas
- 100 g de azúcar
- 400 g de zumo de naranja natural (y colado)
Elaboración:
- Para empezar encendemos el horno a 175ºC y colocamos una bandeja con agua en la posición más baja (no en el suelo del horno, sino en la parte más baja en la que se pueda poner una bandeja o rejilla).
- En una sartén ponemos el azúcar y lo dejamos caramelizar a fuego medio, sin remover para que no se nos haga una bola. Cuando el caramelo esté listo cubrimos con él el fondo y los laterales de una flanera.
- Ponemos los huevos, las yemas y el azúcar en un y batimos hasta que esté bien mezclado. Sólo eso, no hace falta que blanquee, ni doble el volumen ni nada de eso. Sólo batir hasta integrar bien azúcar y huevos. (Me pongo pesada con esto porque si nos pasamos lo único que conseguiremos es que el flan se nos hunda por el medio).
- Añadimos entonces el zumo de naranja natural colado y volvemos a batir ligeramente, sólo hasta integrar.
- Llenamos la flanera y la metemos al horno, dentro de la bandeja con agua, para hornearlo al baño María. Horneamos durante 30 minutos y pasado ese tiempo bajamos la temperatura a 160ºC y dejamos cocer 15 minutos más. Pasado ese tiempo apagamos el horno y esperamos 15 minutos antes de sacar nuestro flan.
- Tenemos que dejar enfriar el flan a temperatura ambiente antes de meterlo en la nevera. Os recomiendo que lo dejéis ahí de un día para otro, pero recordad sacarlo de la nevera un rato antes de consumirlo y dejar que se temple el caramelo para no tener problemas al desmoldarlo.
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