Hoy vengo con una receta increíblemente fácil que reúne dos placeres en uno: helado y Nutella. No quiero entrar en debates absurdos, pero hay dos cosas que podemos considerar como verdades absolutas.
La primera, que el helado no es sólo para el verano. ¿De dónde viene ese creencia tan estúpida?¿En invierno dejáis de beber cerveza porque hay que servirla fría? ¿De qué queréis que vivan los heladeros durante el resto del año? El helado, con permiso del queso, podría considerarse como la octava maravilla del mundo, y es ridículo que nos privemos de él 9 meses al año.
La segunda, que la Nutella sabe infinitamente mejor que la Nocilla. Es cierto que la Nutella blanca no existe, pero eso se puede solucionar comprando un tarro de crema sólo blanca de Nocilla, que ahora también se venden. Pero en lo que se refiere a la crema de cacao... ¡Nutella gana por goleada! Nocilla, gracias a los anuncios, hizo famosa aquella frase de "leche, cacao, avellanas y azúcar", pero la que realmente tiene gusto a avellana es la Nutella. Ese es un dato objetivo. Lo de que es mucho más fina (que de madre es eso de "fina"), menos dulce, más sabrosa y equilibrada ya es subjetivo. Pero no por eso deja de ser cierto.
Así que con un bote de Nutella y otros dos ingredientes vamos a hacer un helado casero con el que os aseguro que no sólo disfrutarán los más pequeños de la casa.
(Por cierto, para los melómanos recordar que la música del último anuncio de Nutella la pone uno de los grupos estrella de la mítica Motown, la famosísima discográfica de Detroit que creó un sonido propio. Sí, hablamos de The Jackson 5, el grupo con el que empezó Michael Jackson con sus hermanos, y el único single que se edito de su primer álbum, Diana Ross Presents The Jackson 5, "I Want You Back" que se convirtió inmediatamente en número uno de ventas.)
Ingredientes:
- 300 g de Nutella
- 250 g de nata para montar (35% MG)
- 250 ml de leche
Elaboración:
- Para empezar nos aseguramos de tener hielo en la nevera, o agua muy, muy fría, con la que llenar un bol grande que nos servirá para enfriar rapidamente la crema de Nutella que convertiremos en helado.
- Ponemos al fuego un cazo con la nata y la leche, y en cuanto rompa a hervir lo retiramos del fuego, le añadimos la Nutella y revolvemos bien para conseguir una crema lisa y sin grumos. (Si nos cuesta, podemos poner de nuevo el cazo al fuego, para lograr que la Nutella se derrita completamente.)
- En cuanto tengamos una mezcla lisa y suave ponemos el caza dentro de nuestro bol con agua y hielo y removemos de vez en cuando para que se enfríe lo más rápido posible.
- Cuando la crema esté fría la metemos en un tupper en el frigorífico hasta el día siguiente.
- Sacamos el tupper de la nevera y mantecamos la crema según las instrucciones que venían con nuestra heladera (sí, ese librito que nadie lee...) Si no tenemos heladera no pasa nada, metemos el tupper de la crema directamente al congelador y 6 veces, cada media hora, lo sacamos y lo batimos con las varillas o un tenedor.
- Ya sólo nos queda meter el helado en un tupper y mantenerlo en el congelador al menos 24 horas antes de probarlo.
Conservación:
- Tened en cuenta que no hemos añadido a nuestro helado ningún tipo de conservante, azúcar invertido o miel, así que no durará tanto como los industriales, aunque podremos mantenerlo en el congelador varias semanas sin problema.
Antes de comer:
A pesar de su nombre el helado no se sirve congelado, con que esté frío basta. Es más, así disfrutaremos más de su sabor y su cremosidad. Así que no olvidéis sacarlo de la nevera unos 10 minutos antes de consumirlo.
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