domingo, 25 de mayo de 2014

Bundt cake de nata montada



Los viajes en autobús son increíbles. Además de no tener que preocuparte por nada más que mirar el paisaje, puedes escuchar conversaciones maravillosas. Cuando oí hablar de un bizcocho que no se elaboraba con mantequilla, sino con nata montada, no me lo podía creer. En mi mente me imaginaba la nata derritiéndose en el horno, dando como resultado una masa grumosa que por fuerza tenía que hacer imposible que se formara un bizcocho perfecto. Qué digo perfecto, ni medio decente. Pensaba que me estaban tomando el pelo, pero aún así apunté mentalmente los ingredientes que esa buena señora le daba a su amiga en el autobús y me esforcé en memorizar el paso a paso.  

Los ingredientes no podían ser más sencillos y yo estaba segura de que los tenía todos en mi despensa, así que en cuanto llegué a casa tuve que probarlo. Pesé los ingredientes, precalenté el horno, puse la batidora en marcha y metí el molde en el horno rezando para que no fuera un desastre absoluto. Cada cinco minutos me acercaba a la ventanita del horno a ver si aquello crecía o no, y poco a poco, con el paso de los minutos, me fui tranquilizando. Y cuando por fin desmoldé el bizcocho y lo probé, el resultado me sorprendió positivamente.  

Si lo hacemos bien (y siguiendo los pasos de esta receta seguro que lo hacemos bien), obtendremos un bundt cake de masa compacta, pero muy suave. Suave también es el sabor, recordad que no le hemos echado nada más que un poco de vainilla, pero a mí me pareció perfecto para acompañar un batido potente, como el de fresa y plátano. Los más golosos quizá prefiráis combinarlo con una taza de chocolate caliente. Sea como fuere, probad a hacerlo. Seguro que como yo, repetís. 

Ingredientes:
  • 200 gr de harina
  • 50 gr de Maizena
  • 2 cucharaditas de levadura tipo Royal
  • 3 huevos XL
  • 200 gr azúcar
  • 2 cucharaditas extracto de vainilla
  • 285 ml de nata líquida 35% materia grasa, bien fría
  • Una pizca de sal

Elaboración:
  • Tamizamos la harina, la Maizena, la levadura, la sal y reservamos.
  • Batimos la nata líquida hasta tenerla perfectamente montada y la reservamos. (Ojo, tampoco os paséis montando, porque entonces la convertiríamos en mantequilla.)
  • Batir los huevos durante un par de minutos, añadiendo el azúcar poco a poco para asegurarnos de que se disuelve. Añadimos la esencia de vainilla y seguimos batiendo hasta que los huevos queden espumosos, blanquecinos y hayan doblado su volumen.
  • Llegó el momento de incorporar la mezcla de la harinas, levadura y sal a los huevos batidos. No lo hagáis de golpe, sino en dos o tres veces para asegurarnos de que la harina se integre bien. 
  • Cuando todo esté bien integrado añadimos la nata montada, también en tres dos o tres veces, y mezclamos con una espátula (mezclamos, no batimos) hasta obtener una masa homogénea.
  • Echaremos la mezcla en el molde de bundt (como ya os conté en la receta del bundt cake de plátano, si tenéis un molde de bundt de verdad no es necesario engrasarlo. Si no lo tenéis hacedlo con aceite de girasol y no añadáis harina), asegurarnos de que la masa ha entrado en todas las hendiduras del molde y meted al horno, previamente precalentado a 175ºC.
  • Horneamos en la parte central del horno, sobre una rejilla, durante unos 45 minutos o hasta que al pincharlo con un cuchillo éste salga totalmente limpio.
  • Cuando esté listo dejamos enfriar en el molde durante 10 minutos, Pasado este tiempo desmoldamos y lo dejamos enfriar totalmente sobre una rejilla.

Muy importante:
  • El molde lo ponemos a media altura, sobre la rejilla del horno, nunca sobre una bandeja. Si lo ponemos sobre una bandeja el cono central del molde de bundt no serviría para nada, ya que impediríamos la circulación del aire caliente, con lo que el horneado del centro no sería uniforme. 

Conservación:  
  • Este bundt se conserva perfectamente unos cinco días. 
  • Y sí, se puede congelar... Se puede cortar en porciones y aguanta perfectamente en el congelador unos dos meses. Para consumirlo sólo hace falta sacarlo del congelador la noche anterior y dejarlo a temperatura ambiente






domingo, 18 de mayo de 2014

Galletas de Avena


El verano está a la vuelta de la esquina y todos nos proponemos empezar la operación bañador para lucir palmito este verano en playas o piscinas. Así que vamos al supermercado y compramos unas galletas "integrales" para desayunar. Pero cuidado, porque si leemos la letra pequeña nos daremos cuenta de que tienen aceites de palma o coco, grasas hidrogenadas o cosas por el estilo. Sin pretender alarmar a nadie, yo os propongo hacer unas galletas de avena, sanísimas, en casa y con vuestras propias manos.

Para elaborar estas galletas utilizaremos copos de avena, lo que nos proporciona un cereal completo, rico en proteínas, hidratos de carbono y vitamina B1, que según me acaba de chivar la Wikipedia, es fundamental para el crecimiento y ayuda a mantener el funcionamiento propio del corazón, sistema nervioso y digestivo.

Estas galletas son facilísimas de hacer, se mancha muy poco y además están ricas. Palabra. Pero si queréis hacerlas un poco más atractivas podéis añadirle pepitas de chocolate, arándanos, manzana... Yo, como soy adicta al coco, les he puesto un puñado de coco rallado, pero a vuestro gusto.

Ingredientes:
  • 230 gr de copos de avena
  • 50 gr de harina de trigo
  • 50 gr de harina de avena (Si no tenéis harina de avena, no pasa nada. Podéis hacerlo usando 100 gr de harina de trigo, en vez de 50 y 50)
  • 150 gr de azúcar moreno
  • 1/2 cucharadita de levadura
  • 1 pizca de sal
  • 2 huevos
  • 150 ml de aceite de oliva virgen extra
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla
  • 1 puñado de coco rallado

Elaboración:
  • En un cuenco ponemos los copos de avena, el coco (si decidís echarlo), la harina, el azúcar moreno, la levadura, la sal y lo mezclamos todo. 
  • En otro cuenco mezclamos los huevos, el aceite, la esencia de vainilla y lo incorporamos a la mezcla de los ingredientes secos. 
  • Mezclamos todo bien (con la mano sirve, no hace falta batidora ni nada de nada), formamos bolitas que aplastamos con la palma de la mano y colocamos nuestras galletas en una bandeja de horno forrada con papel vegetal.
  • Las metemos en el horno precalentado a 180ºC y las dejamos cocer durante unos 12 minutos, o hasta que veamos que los bordes están dorados. Ojo, no las dejéis más tiempo, porque aunque os pueda parecer que están blandas, al enfriar, a ser posible sobre una rejilla, se endurecerán.

Conservación:
  • Dentro de una lata o un tarro de cristal hermético se conservan perfectamente una semana. O incluso más.


domingo, 11 de mayo de 2014

Hamburguesas caseras con su pan, también casero



Ayer se celebró una nueva edición del festival de Eurovisión. España no hizo demasiado el ridículo y consiguió una posición más o menos digna; los países bálticos siguieron votándose entre ellos, pero menos; ganó un señor que se ha inventado el personaje de la mujer barbuda para denunciar la intolerancia hacia la homosexualidad y a Holanda le robaron el concurso. Por los pelos.

Así que ayer nos tocó ver Eurovisión. No pasa nada, ese concurso de canciones frikis sólo es una excusa para juntarse con los amigos, comer y beber algo y echarse unas risas. Ayer, tocaron hamburguesas. Pero nada de bajar al burguer de la esquina a por ellas. No, no... Hechas en casa, con carne recién picada y productos de calidad.

Y si nos tomamos el trabajo de hacer unas hamburguesas un poco especiales, para adultos y con un toque de whisky, ¿cómo las íbamos a meter en medio de un panecillo blandurrio y sin sabor comprado en el super? No, no... En unas tres horas, y con muy poco trabajo, hicimos en un horno como el que todos tenéis en casa unos panecillos para hamburguesa increíbles.

Ahí van las recetas... (Por cierto, con esta receta os saldrán cuatro hamburguesas y ocho panecillos)

Ingredientes para los panecillos:
  • 400 gr de harina panadera
  • 175 ml de leche
  • 5 gr de levadura seca de panadero
  • 1 huevo
  • 1 yema de huevo
  • 1 clara de huevo
  • 30 gr de azúcar
  • 5 gr de sal
  • 25 gr de mantequilla a temperatura ambiente
  • Semillas de sésamo

Ingredientes para las hamburguesas:
  • 500 gr de carne picada de buey
  • 2 chorritos de whisky
  • 4 lonchas de queso cheddar
  • 1/2 pimiento verde
  • 1/2 pimiento rojo
  • 1 cebolla pequeña
  • Rúcula
  • Sal
  • Pimienta
  • Aceite de oliva

Elaboración de los panecillos:
  • En un cuenco amplio mezclamos la harina, la sal y el azúcar. En el centro ponemos la levadura y añadimos la leche, el huevo y la yema de huevo mientras removemos, para que se integre todo. 
  • Amasamos durante unos cinco minutos, o hasta que obtengamos una masa homogénea, lisa, suave y maleable. 
  • Ha llegado el momento de ir añadiendo la mantequilla en trocitos y amasar hasta tener una masa lisa. 
  • Formamos una bola tensa con la masa y dejamos que repose tapada durante una hora y media, hasta que más o menos haya doblado su volumen. 
  • Pasado este tiempo colocamos la masa sobre la mesa ligeramente enharinada y con las yemas de los dedos le sacamos un poco el aire. 
  • Troceamos la masa en ocho partes iguales y formamos los panecillos, haciendo rodar cada porción de masa por la superficie de trabajo para conseguir bolas tensas y lisas.
  • Colocamos los panecillos sobre una placa de horno forrada con papel vegetal y los dejamos fermentar de nuevo durante unos 40 minutos. 
  • Cuando los panecillos hayan fermentado batimos la clara de huevo con un poco de agua, pintamos cada panecillo (con cuidado para que no se baje la masa) y espolvoreamos con las semillas de sésamo y amapola.
  • Horneamos a 180ºC (no os olvidéis de poner al precalentar el horno un cuarto de hora antes) hasta que los panes estén dorados, lo que nos llevará entre 15 y 18 minutos. 
  • Sacamos los panecillos del horno y dejamos que se enfríen completamente sobre una rejilla antes de cortarlos y montar la hamburguesa. 

Elaboración de las hamburguesas:
  • Echamos un chorrito de whisky en la carne picada de buey, salpimentamos y mezclamos bien.
  • Formamos cuatro discos de carne y los metemos al menos un cuarto de hora en la nevera.
  • Mientras, cortamos los pimientos y la cebolla en tiras y lo asamos con un poco de aceite en una sartén a fuego vivo. Al cabo de 10 minutos añadimos un chorrito de whisky y flambeamos. (Es decir, pegamos fue al alcohol de la sartén nada más echarlo. Por favor, aseguraos de que la campana de la cocina no está encendida y de que vuestra cara no está demasiado cerca de la sartén...)
  • Sacamos las hamburguesas de la nevera y las cocinamos en una sartén bien caliente, con un chorrito de aceite. (3 minutos por cada lado si las queremos sangrantes, 5 si las queremos medio hechas y 7 si las queremos muy hechas)
  • Al darle la vuelta a la hamburguesa ponemos encima una locha de queso y tapamos la sartén, para que el vapor ayude a fundirlo.
  • Ya sólo nos queda montar la hamburguesa: cortamos los panecillos por la mitad y los tostamos dos minutos. Sobre la base de pan ponemos los pimientos y la cebolla flambeados, la hamburguesa con queso, unas hojas de rúcula y coronamos con la otra mitad del panecillo.
  • Si queréis, podéis añadir, ketchup, mayonesa o mostaza al gusto.

Conservación:
  • Las hamburguesas, evidentemente, son para comerlas recién hechas. Pero los panecillos congelan perfectamente.

domingo, 4 de mayo de 2014

Pastel de limón y merengue (o lemon pie)


El miércoles pasado mi amigo Mario me mandó un WhatsApp muy exaltado para preguntarme si estaba viendo MasterChef y la prueba del lemon pie. Cuando le contesté que no, que estaba de cañas, me dijo muy serio que tenía que verlo en la web, que era una vergüenza lo que estaban haciendo con la tarta de limón y merengue y que seguro que me daba un infarto.

Así que el miércoles me metí en la web de TVE y me dispuse a ver el "tarticidio". Entiendo que en un concurso de televisión no tienes la receta delante y los nervios te pueden jugar una mala pasada, pero lo que no entiendo es que ninguno de los (presuntos) catorce mejores cocineros aficionados de España sea capaz de hacer un lemon pie digno. Porque no nos engañemos, las dos tartas que salvaron los jueces tampoco eran como para tirar cohetes.

No voy a decir yo que mi tarta de limón y merengue es la mejor del mundo, ni mucho menos, pero os aseguro que si seguís la receta conseguiréis una masa fina y bien cocinada, una capa de limón cremosa pero bien compacta y una buena porción de merengue ligero por dentro y crujiente por fuera.

No os pongáis nerviosos, porque tampoco creo que sea de las tartas más complicadas de hacer. Incluso, si sois muy vagos, podéis comprar la masa quebrada ya hecha en el supermercado. Así como os digo que yo el hojaldre nunca lo hago en casa, que con el que venden en Lidl consigues un resultado estupendo, sí que creo que se nota la diferencia entre la masa que se hace en casa y la que se compra, pero vosotros mismos. Yo, por si acaso, os doy  todos los pasos de la receta. ¿Empezamos?

Ingredientes para la masa:
  • 300 gr de harina
  • 200 gr de mantequilla a temperatura ambiente
  • 100 gr de azúcar
  • 1 yema de huevo
  • 1 cucharadita de sal
  • Esencia de vainilla

Ingredientes para el relleno:
  • 4 yemas de huevo
  • 1/2 l de leche
  • 220 ml de zumo de limón
  • La ralladura de un limón
  • 200 gr de azúcar
  • 60 gr de maizena
  • 1 cucharadita de mantequilla

Ingredientes para el merengue:
  • 5 claras de huevo
  • 220 gr de azúcar
  • 75 ml de agua

Elaboración de la masa quebrada:
  • Batimos la mantequilla con el azúcar, hasta conseguir una crema suave y blanquecina. 
  • Agregamos entonces la yema de huevo y la esencia de vainilla, y batimos hasta que esté todo integrado. 
  • Añadimos la harina y la sal, y unimos, sin trabajar demasiado la masa. No hace falta que quede una masa súper lisa; se llama quebrada por algo...  
  • Cuando tengamos la masa, hacemos una bola con ella, la tapamos con film transparente y la dejamos reposar en la nevera, como mínimo media hora. Pero mejor si es una. O dos... 
  • Una vez la masa haya reposado cubrimos con ella un molde, mejor si es desmoldable, previamente engrasado y enharinado. (Engrasado  y enharinado quiere decir con una finísima capa de margarina, sobre la que extenderemos una finísima capa de harina. Para asegurarnos de que no haya demasiada le damos la vuelta al molde y damos unos ligeros golpecitos para deshaceros del exceso de harina. Ya está, no hace falta más.) 
  • Para que la masa quebrada no suba demasiado la pinchamos con un tenedor, colocamos sobre ella un trozo de papel vegetal, y sobre él una capa de lentejas. Sólo nos queda meterla en el horno precalentado a 200ºC y cocerla unos 20 minutos, hasta que esté cocida totalmente. 

Elaboración de la crema:
  • En un cazo calentamos la leche con la mitad del azúcar. 
  • Mientras, echamos en un bol el resto del azúcar y la maizena, y mezclamos bien. Incorporamos las yemas de huevo, el zumo, la ralladura de limón y batimos bien, hasta obtener una crema sin grumos. 
  • Agregamos la leche caliente y lo ponemos todo junto al baño María, revolviendo constantemente, hasta que empiece a espesar. 
  • Retiramos del fuego, incorporamos la mantequilla y dejamos enfriar tapado con film transparente. (El plástico tiene que tocar la crema, para evitar que se forme una corteza dura.)

Elaboración del merengue:
  • Para hacer un merengue italiano empezamos por prepara el almíbar. Para esto sólo tenemos que poner el agua y el azúcar en un cazo al fuego, hasta que el azúcar se funda formándose un almíbar espeso. 
  • Cuando el almíbar esté listo lo añadimos en hilo, poco a poco, nunca de golpe, a las claras mientras se van batiendo. Sabremos que el merengue está listo cuando forme picos duros. 

Montaje de la tarta:
  • Cuando la crema de limón está totalmente fría rellenamos con ella nuestra tartaleta de masa quebrada, dejándola todo lo plana que podamos con una espátula. 
  • Cubrimos la crema de limón con merengue, bien con una cuchara dejando que la forma sea más o menos la que salga, bien con una manga pastelera formando picos. 
  • Ahora llega la parte más divertida, tostar nuestro merengue con un soplete. Si no tenéis este aparatito en casa supongo que podréis probar a hacerlo con el mechero... Eso sí, ni se os ocurra meterla al horno porque os cargaríais la crema de limón que con tanto amor habéis hecho...

Conservación:
  • Es recomendable conservar este postre en la nevera, donde aguanta perfectamente unos tres días. 
  • Yo recomiendo sacarlo de la nevera un rato antes de consumirlo, pero eso va en gustos.