No sé si lo sabíais, pero soy super fan de la hora del té.Y no sólo porque está bien visto que en ese momento te pongas morada, también porque es un acto social en sí mismo que me parece apasionante, en el que conviven familias, grupos de amigas solteras, parejas, abuelitas que acaban de salir de jugar al bridge y cada vez más grupos de hombres que se comportan en el salón de té con la misma naturalidad que si estuvieran en la barra del pub. De hecho, yo importaría el afternoon tea y lo instauraría como una meriendacena en toda regla. Retrasando un poco el horario, eso sí, porque no nos veo en España tomando té y pasteles entre las cuatro y las cinco de la tarde.
Yo, soy más de salado que de dulce, así que cuando estoy en Londres, Glasgow o Edimburgo y vamos a un salón de té me tiro directamente a los finger sandwich (sí, el de pepino también me encanta), pero para mí un afternoon tea no está completo sin los scones. Y los scones no están completos sin mermelada, clotted cream y lemon curd. Pues bien, esa crema de limón, mi acompañamiento favorito para los scones, es la que vamos a hacer hoy.
La palabra “curd” significa cuajada. Y es que la clave para que nuestra crema de limón quede perfecta es cuajar los huevos con el azúcar y la mantequilla, calentándolos hasta conseguir una crema espesa. También hay que encontrar el equilibrio entre el dulce y el ácido, pero tranquilos, que no es difícil; con estas cantidades (que dan para tres botes de los de mermelada) siempre se acierta. A mí me gusta de limón, pero podéis hacerla de lima, naranja o mandarina. Vamos allá.
Ingredientes:
- 6 huevos XL
- 300 g de azúcar
- 175 ml zumo de limón
- 110 g de mantequilla fría
- Ralladura de limón
Elaboración:
- Para empezar ponemos los huevos y el azúcar en un bol de cristal y batimos bien, hasta que el azúcar esté casi disuelto.
- Agregamos el zumo de limón y batimos de nuevo, hasta que esté todo bien integrado.
- Colocamos el bol sobre una cazuela con agua, para cocer la crema al al baño María. (No pongáis el fuego muy alto, queremos que la crema espese, no huevos revueltos).
- Removemos continuamente con unas varillas o una espátula, hasta que la crema haya espesado. (Echadle paciencia, porque unos 20 minutos no os los quita nadie. y tened en cuenta que al enfriar espesará aún más)
- Cuando tengamos una crema espesa y consistente retiramos el bol del fuego y dejamos templar.
- Cuando ya esté templado (templado, no menos caliente) añadimos la mantequilla fría cortada en trocitos y revolvemos suavemente, hasta que se funda y se integre por completo en la crema.
- Llegó el momento de añadir la ralladura de limón y mezclar bien la crema de nuevo.
- Sólo nos queda llenar unos botes con ella y disfrutar.
Conservación:
- Esta crema de limón aguanta perfectamente dos semanas en la nevera, siempre que mantengáis la tapa del bote bien cerrada.
- También se puede congelar o hacer en conserva.
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