viernes, 14 de febrero de 2020

Tortitas de coco y chocolate (sin azúcar, sin gluten y sin lactosa si el chocolate es negro)

Hoy me he despertado, he cogido el móvil, he mirado las redes sociales y enseguida me he dado cuenta de que estamos en San Valentín. Después de ver vuestros mensajes pastelosos sólo puedo decir que espero que en privado os queráis y respetéis la mitad de lo que decís hacerlo en las redes sociales. Ojalá os améis el resto del año la mitad de lo que afirmáis hacerlo hoy. 

De todas las relaciones que vas a tener en tu vida ninguna va a ser tan larga, tan dura, tan exigente y tan satisfactoria como la que vas a mantener contigo mismo. Nunca vas a necesitar a nadie como te necesitas a ti. Así que cuídate, mímate y sorpréndete. Tienes derecho a cambiar de opinión, a tener contradicciones, pero mantente fiel a ti mismo. Perdónate, pero no dejes de exigirte. Riéte de ti. Y, sobre todo, quiérete, porque si no te quieres tú es imposible que ames a nadie y que nadie te ame. 

Y como nunca nadie me va a querer nadie más de lo que me quiero yo, me he hecho tortitas de coco y chocolate y zumo de naranja para desayunar. Porque el amor verdadero es que te expriman el zumo todas las mañanas. ¿Te apuntas? 

Ingredientes:
  • 2 huevos
  • 4 cucharadas colmadas de coco rallado
  • 2 cucharadas de pepitas de chocolate
  • Canela al gusto
  • 1 cucharadita de levadura química (tipo Royal) 

Elaboración:
  • Empezamos por poner los huevos en un bol y batirlos con unas varillas. 
  • Agregamos la canela y la levadura química y volvemos a batir. 
  • Incorporamos el coco rallado y batimos. (La cantidad es aproximada, la vamos variando hasta lograr una mezcla espesa pero no rígida). Añadimos las pepitas de chocolate. 
  • Ponemos una sartén pequeña, pintada con un poco de aceite, a fuego medio. 
  • Cubrimos el fondo con nuestra mezcla y aplastando ligeramente para que nuestras tortitas queden chatas y redondas.
  • Cuando veamos que empiezan a salir burbujitas les damos la vuelta para que se doren de ambos lados. 
  • Y ya está, sólo nos queda servirlas con lo que más nos guste y disfrutar. (Con esta cantidad salen unas cuatro tortitas un poco más pequeñas que un plato de postre. Un desayuno contundente para uno solo o un poco más ligero si vais a compartir). 

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