lunes, 11 de noviembre de 2019

Pana cotta de dulce de leche (con Thermomix)

Todos sabemos que la pana cotta, que literalmente significa nata cocida, es un postre tradicional italiano, más concretamente de la región del Piamonte. Es como una especie de flan, pero en vez de cuajarlo con huevos lo hacemos con gelatina, con lo que conseguimos una textura más suave y gelatinosa y un sabor más láctico.

Todos sabemos que aunque podemos encontrar dulce de leche en toda América Latina, esta preparación reina en Argentina. Y a Argentina llegaron muchos migrantes desde Italia. Así que, aunque no tengo ni idea de cómo nació, me gusta imaginar que un italiano y una argentina se enamoraron y después de una noche de pasión nació su primera hija, la pana cotta de dulce de leche. 😂😂😂

Si vamos con cosas menos prosaicas os diremos que el postre que os traemos hoy lo puede hacer cualquiera con una mano atada a la espalda. Siempre wue tenga una Thermomix, eso sí. También podría hacerse al fuego de manera tradicional, pero como no sé los tiempos de cocción no os lo contaré hasta que haya experimentado. Jajaja. Así que si tenéis Thermomix, seguid leyendo.

Ingredientes:
  • 3 hojas de gelatina (si no vais a desmoldar las pana cortas con 2 hojas y media llega). 
  • 250 g de leche
  • 250 ml de nata para montar (35 % M.G) 
  • 200 g de dulce de leche

Elaboración:
  • Para empezar hidratamos las hojas de gelatina en agua fría durante unos 5 minutos. Una vez esté lista escurrimos bien.
  • Ponemos todos los ingredientes en el vaso de la Thermomix y programamos 9 minutos, 90º, velocidad 1. 
  • A continuación mezclamos 1 minuto, velocidad 4, sin temperatura.
  • Echamos la mezcla en vasitos o moldes y lo dejamos templar antes de meterlo en la nevera al menos durante 6 horas. 
  • Y pasado ese tiempo ya tenemos nuestras pana cottas de dulce de leche listas para disfrutar.

lunes, 4 de noviembre de 2019

Madeleines de lavanda


Parece que por fin llega el otoño, por lo menos al norte, donde yo vivo, porque el puente lo he pasado en Sevilla, en una boda estupendísima, con unas amigas maravillosas, y fui al evento sin medias y sin chaqueta. Un 2 de noviembre. Con eso os lo digo todo. Pero al llegar a Asturias la cosa ha cambiado, y nos ha costado un triunfo aterrizar, debido a la lluvia y, sobre todo, al viento.

Además anochece más temprano y a la gente ya le empieza a dar pereza salir de casa o pararse a tomar algo al salir del trabajo, así que para muchos la mejor opción es darse el capricho en casa. ¿Y qué mejor capricho que un buen té con algo dulce? Algún día prepararemos una mesa de té inglés totalmente auténtica, con sus sandwichitos de pepino, roast beef o ahumados, sus escones con mermelada, sus tartaletas de frutas y sus pastelitos victoria, pero hoy nos vamos a conformar con algo más sencillo.

Hay vamos a acompañar nuestra taza de té con unas madeleines, las clásicas magdalenas francesas en forma de concha. Eso sí, no van a ser las tradicionales de mantequilla, nosotros les vamos a dar un punto diferente con un poco de miel y algo de lavanda. Sí, lavanda. No tengáis miedo, porque como ya vimos con las galletas de lavanda y limón o el flan de lavanda como resultado final obtendremos un sabor sutil y delicado, nada que ver con la colonia en la que estabais pensando. 😂. Venga, vamos allá. 

Ingredientes:
  • 150 g de harina de repostería
  • 1/2 cucharadita de levadura en polvo
  • 2 huevos
  • 80 g de mantequilla
  • 50 g de azúcar glas
  • 1 cucharadita de lavanda seca
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla
  • 1 cucharada de miel
  • 1 pizca de sal

Elaboración:
  • Para empezar mezclamos la harina, la levadura y la sal y reservamos.
  • Derretimos la mantequilla en el microondas y la reservamos hasta que esté a temperatura ambiente.
  • En un bol grande batimos los huevos y el azúcar glas hasta conseguir una crema suave y blanquecina.
  • Cuando lo tengamos añadimos la miel y la vainilla y mezclamos un par de minutos más para integrarlas.
  • A esta mezcla le añadimos poco a poco la harina, la levadura y la sal  y lo mezclamos lo justo para integrarlo todo bien.
  • A continuación añadimos la mantequilla que teníamos reservada y mezclamos de nuevo.
  • Sólo nos queda incorporar la cucharadita de lavanda en grano y batir un poco para repartirla bien por toda la masa.
  • Rellenamos una manga pastelera con la masa y llenamos nuestro molde de madeleines, pero no del todo que ya sabéis que en el horno crecen. (Yo he utilizado unos de silicona, pero recordad que si el vuestro es de metal tendréis que engrasarlo).
  • Metemos los moldes en el horno precalentado a 160ºC, durante unos 20 minutos, hasta que veamos que empiezan a dorarse. Pasado ese tiempo sacamos los moldes del horno y los dejamos templar unos 5 minutos antes de desmoldar.
  • Dejamos enfriar las madeleines completamente sobre una rejilla y ya las tenemos listas para disfrutar.