El flan es un postre que está en las mesas de los domingos, como guinda a esas comidas familiares, desde hace mucho tiempo. Pero no siempre ha sido tal y como lo conocemos ahora. Cuando los romanos empezaron a domesticar gallinas y pollos e incorporaron los huevos a sus recetas nació la "tyropatina", el dulce que dio origen al flan.
Un poco más adelante surgió una variante, en la que ya estaban presentes los ingredientes principales del flan actual: el huevo, la leche, y también miel. Ya en la Edad Media este postre se hizo muy popular en época de cuaresma y fue entonces cuando comenzó a elaborarse con azúcar y caramelo, cocinado al baño María, tal y como lo conocemos ahora.
Pero no fue hasta el siglo VII cuando surgió el nombre de flan, que en francés significa torta plana, y empezó a popularizarse en muchos países. Los conquistadores españoles llevaron este dulce al continente americano, convirtiéndolo en de los postres más populares del mundo y con el tiempo también han surgido diferentes versiones de flan, añadiendo a la base de huevos, leche y azúcar diferentes ingredientes.
Con la llegada (casi) del verano me he acordado de un muro en el que crece la lavanda cerca de la casa en la que veraneado en Sanxenxo. Siempre me ha llamado la atención, porque tan cerca de la carretera crecen esas flores moradas que lo impregnan todo con su olor. Por eso hoy os proponemos hacerlo de lavanda. (Bueno, por eso y porque aún tengo flores en el armario de la cocina 😂😂😂). Sé que a la mayoría de vosotros os puede dar un poco de miedo utilizar una planta que recuerda a los mata polillas que metemos en el armario, pero no tengáis miedo. El truco está en medir muy bien las cantidades, y os aseguro que conseguiréis un flan muy delicado, con un sabor diferente pero muy sutil. ¿No me creéis? Pues buscad los ingredientes, que nos ponemos manos a la obra.
Un poco más adelante surgió una variante, en la que ya estaban presentes los ingredientes principales del flan actual: el huevo, la leche, y también miel. Ya en la Edad Media este postre se hizo muy popular en época de cuaresma y fue entonces cuando comenzó a elaborarse con azúcar y caramelo, cocinado al baño María, tal y como lo conocemos ahora.
Pero no fue hasta el siglo VII cuando surgió el nombre de flan, que en francés significa torta plana, y empezó a popularizarse en muchos países. Los conquistadores españoles llevaron este dulce al continente americano, convirtiéndolo en de los postres más populares del mundo y con el tiempo también han surgido diferentes versiones de flan, añadiendo a la base de huevos, leche y azúcar diferentes ingredientes.
Con la llegada (casi) del verano me he acordado de un muro en el que crece la lavanda cerca de la casa en la que veraneado en Sanxenxo. Siempre me ha llamado la atención, porque tan cerca de la carretera crecen esas flores moradas que lo impregnan todo con su olor. Por eso hoy os proponemos hacerlo de lavanda. (Bueno, por eso y porque aún tengo flores en el armario de la cocina 😂😂😂). Sé que a la mayoría de vosotros os puede dar un poco de miedo utilizar una planta que recuerda a los mata polillas que metemos en el armario, pero no tengáis miedo. El truco está en medir muy bien las cantidades, y os aseguro que conseguiréis un flan muy delicado, con un sabor diferente pero muy sutil. ¿No me creéis? Pues buscad los ingredientes, que nos ponemos manos a la obra.
Ingredientes:
- 6 huevos
- 125 g de azúcar
- 200 ml de nata
- 500 ml de leche entera
- 1 cucharada de flores de lavanda
- 6 cucharaditas de azúcar para hacer caramelo
Elaboración:
- Empezamos poniendo las 6 cucharaditas de azúcar en un cazo, lo ponemos a fuego medio y sin revolver dejamos que se vaya haciendo un caramelo rubio.
- Cuando tengamos el caramelo listo lo echamos en las flaneras, cubrimos bien las paredes y reservamos.
- En un bol grande batimos los huevos unos minutos, añadimos el azúcar y seguimos batiendo hasta que quede bien incorporado y tengamos una mezcla esponjosa. Reservamos.
- En un cazo hervimos la nata liquida y la leche e infusionamos la lavanda unos 5 minutos (no mucho más tiempo, ya que el sabor resultaría muy fuerte).
- Colamos poco a poco la leche sobre los huevos con azúcar, removiendo bien con un batidor.
- Echamos esta mezcla sobre los moldes caramelizados y los cocemos al baño maría en el horno precalentado a 180 C° durante unos 45 minuto.
- Pasado ese tiempo sacamos los flanes del horno y los dejamos enfriar antes de meterlos en la nevera unas 4 horas para que acaben de cuajar.
- Sólo nos queda desmoldar nuestros flanes, espolvorearlos con unas flores de lavanda y disfrutar.
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