Pelinti: Bizcocho rústico de avena, almendra, queso y manzana

A veces quedo con gente para merendar. Sí, para ir de pastelerías o de bares cuquis de esos donde tienen pasteles de inspiración norteamericana, esos pasteles enormes, de los que te sirven una porción minúscula. En esas meriendas, como es natural, se critican todos los dulces que hay encima de la mesa; que si está seco, que si está poco cocido, que si es una textura muy pesada, que si, que si está poco crujiente... Y luego siempre hay alguien que me apostilla, "pues si no sale bien con todos esos aparatejos de cocina que tenéis, imagínate a los demás con una cuchara de madera en casa".

Pues bien, para desmontar mitos hoy venimos dispuestos a demostrar que con un molde, un solo bol y una cuchara de madera se puede hacer un buen bizcocho en casa. Y sin dejarse el brazo removiendo, además. Lo siento, pero con esta receta no os ahorráis el gimnasio.

Tampoco vais a tener que correr mucho más de lo normal en la cinta ¿estática? (¿Se nota que no voy mucho al gimnasio?) porque es un bizcocho bastante ligerito. Todo lo ligero que puede ser un bizcocho, claro, que hay que tener en cuenta que hablamos de pastelería. Pero está bien, porque lleva avena, un poco de fruta y azúcar moreno, que aunque sea casi igual que el azúcar blanco de toda la vida, nos han vendido que es sanísimo. Yo sólo digo una cosa, vivir mata. Así que os recomiendo que el tiempo que estéis aquí os lo toméis con el máximo humor posible y disfrutéis de los pequeños placeres de la vida. ¡Así que a darle vueltas a la cuchara en el bol!

Ingredientes:

150 g de harina
60 g de copos de avena
50 g de almendra en polvo
120 g de azúcar moreno
1 cucharada de canela
1 sobre de levadura química (tipo Royal)
1 pizca de sal
200 g de queso mascarpone
3 huevos
50 g de aceite de girasol
Azúcar lustre para espolvorear

Elaboración:

Para empezar echamos en un bol la harina, los copos de avena, los azúcares, la almendra en polvo, la canela, la levadura y la sal y mezclamos con una varilla.

A continuación añadimos el mascarpone y los huevos y volvemos a mezclar.

Incorporamos el aceite de girasol y mezclamos de nuevo.

Quitamos el corazón a la manzana, y la picamos en rodajas pequeñas y finas. (Si queréis las podéis pelar, pero yo no lo hago).

Añadimos los trozos de manzana al bol de la masa, mezclamos y echamos todo en un molde de unos 20 cm bien engrasado.

Metemos el molde en el horno precalentado a 150°C y lo dejamos cocer unos 40 minutos. (Ya sabéis que cada horno es un mundo, así que vigilad vuestro bizcocho y sacadlo del horno cuando al pincharlo con una brocheta salga limpia).