sábado, 25 de junio de 2016

Bizcocho de Kinder Schoko-Bons




Hace unas semanas veía en ElComidista un vídeo en el que preguntaban a chefs españoles (o afincados en España) de renombre si prefería la Nocilla o la Nutella. Dejando aparte que hay mucho pedante que casi viene a asegurar que no comería ninguna de estas dos cremas de untar ni aún a riesgo de morir de hambre, me sorprendió que la mayoría eligiera la Nocilla. Supongo que será por un recuerdo de infancia, porque en su época infantil la Nutella era desconocida en España. Porque una vez que pruebas la Nutella es imposible no preferirla a la Nocilla, con esa suavidad, ese sabor a avellana del que la Nocilla carece. 

Y el visionado de este vídeo, esta reflexión que hice a raíz de verlo, me llevó a darme cuenta de que soy una enamorada del universo Kinder. Y es que me gusta la Nutella, los famosos huevos Kinder con su juguetito dentro, el Kinder Bueno, los Happy Hipoo, el Kinder chocolate y, por supuesto los huevitos Kinder Schoko Bons, los protagonista del bizcocho que vamos a preparar hoy. Si no conocéis este dulce os diré que son unos huevitos con corazón de leche, trocitos de avellana crujiente en su interior, y recubiertos de una capa de chocolate. Os aseguro que si los probáis seréis incapaces de comer sólo uno.

Un bizcocho denso, con intenso sabor a mantequilla que de repente sorprende con esos bocaditos de Kinder Schoko Bons, con su sabor a chocolate y ese crujiente de las avellanas del interior. Por no hablar del glaseado de Kinder Chocolate que lo acompaña. Os aseguro que es una delicia y, a diferencia de esos grandes chefs, seamos sinceros y reconozcamos que es un placer por el que los adultos también pierden la cabeza.

Así que ya sabéis, juntad los ingredientes y poneos a elaborar un bizcocho perfecto para el desayuno o la merienda y que está tan bueno que no necesita ni mojarse en leche. (Porque os lo tengo que confesar, creo que no hay nada que me dé mas asco, pero asco de arcada, que mojar algo en leche. Bueno, esa miga que se tira al fregadero y se moja después de abrir el grifo para deshacerse de ella también me parece asquerosa hasta la nausea).

* Por cierto, Kinder no me paga nada por esta entrada en el blog, pero si me quiere mandar un lote de productos o algo...

Ingredientes para el bizcocho:
  • 3 huevos
  • 75 g de azúcar 
  • 200 ml de nata líquida
  • 109 g de mantequilla bien blandita (blandita, no derretida)
  • 16 -20 Kinder Schoko Bons
  • 300g de harina
  • Una cucharadita de levadura

Ingredientes para el glaseado:
  • 10 chocolatinas Kinder
  • 50g de mantequilla

Elaboración del bizcocho:
  • Para empezar tenemos que partir los huevitos Kinder Schoko Bons en dos o tres tozos y reservarlos.
  • Batirnos los 3 huevos con el azúcar, hasta que consigamos una mezcla más blanca, espumosa y que haya ganado mucho volumen.
  • Incorporamos entonces a la mezcla casi toda la nata (nos reservaremos un chorrito para el final, así la mezcla del pastel no quedará tan espesa. Ojo, que líquida tampoco os va a quedar, así que tranquilos si es gordita) y la mantequilla. Toca batir muy muy bien para que no quede ningún grumito de la mantequilla.
  • Cuando tengamos lista la masa agregamos los Schoko Bons que teníamos troceados y batimos con suavidad, para que queden incorporados a la masa pero no se destrocen (yo, de todas formas, reservo unos pocos para añadirlos al final).
  • Llega el momento de añadir la harina y la levadura (ya tamizadas, por favor) y batir hasta que quede totalmente incorporada.
  • Echamos el chorrito de nata que y los Schoko Bons que habíamos reservado antes y acabamos de integrar a mano.

  • Sólo nos queda echar la mezcla en un molde engrasado y hornear el bizcocho  durante unos 40 minutos, en u horno precalentado  a 180ºC.

  • Cuando el bizcocho esté listo lo dejamos templar unos 10 minutos en el molde, desmoldamos y lo ponemos a enfriar completamente sobre una rejilla mientras preparamos el glaseado.

Elaboración del glaseado:
  • Tan sencillo como poner en el microondas la mantequilla con las barritas troceadas e irlo fundiendo en intervalos de 30 segundos, revolviendo bien cada vez. 
  • Cuando esté todo fundido lo dejamos templar un poquito, lo echamos sobre nuestro bizcocho y ya tenemos merienda o desayuno.

domingo, 19 de junio de 2016

Flan de chocolate blanco

¿Por que comprar un flan en el supermercado cuando podemos hacerlo nosotros facilmente en casa? Y encima, podemos darle una vuelta, olvidaros del típico flan de huevo y darle un toque diferente con un poco de chocolate blanco. Por no hablar de la satisfacción que produce poder poner encima de la mesa un postre que hemos elaborado con nuestras propias manos.

Y es que hoy venimos con una receta sólo apta para los verdaderos amantes del dulce. Porque sí, este flan de chocolate blanco que os proponemos elaborar hoy es dulce, aunque no tanto que de asco meterse un segundo trozo a la boca, tranquilos. y además de dulce es fácil, muy fácil. Tanto que hasta un simpático mono recién salido de la jaula de un zoológico podría hacerlo. De hecho, recuerdo que cuando estudiaba en Madrid compartía piso con una chica, no daremos su nombre para salvaguardarla del escarnio público,que era alérgica a los fogones. Tanto que en los años de convivencia jamás le conocí unos macarrones que no le quedaran medio crudos o totalmente recocidos. Y sin embargo era capaz de prepararnos este flan de una forma más que digna.

Tradicionalmente, para hacer un flan,necesitamos huevos, leche y azúcar. Pues bien, en esta ocasión nos vamos a olvidar de la leche y el azúcar y los vamos a sustituir por agua y leche condensada. Y además vamos a añadir chocolate blanco, claro. Por lo demás, es casi igual que elaborar un flan de los de toda la vida. ¿Vamos a ello?

Ingredientes:
  • 180 g de chocolate blanco para postres (por favor, aunque está muy rico no uséis Milkybar)
  • 6 huevos
  • 1/2 l de agua
  • 370 g de leche condensada 
  • Azúcar y un poco de agua para caramelizar la flanera 

Elaboración:
  • Para empezar ponemos el azúcar con un poco de agua en una sartén y hacemos un caramelo dorado, con cuidado de que no se nos queme. Y con cuidado de no quemarnos caramelizamos los bordes de la flanera con él.
  • Ponemos en un cazo al fuego la leche condensada, el medio litro de agua y el chocolate blanco troceado y calentamos, removiendo continuamente, hasta que se disuelva el chocolate.
  • Ahora batimos bien los huevos y vertemos la crema de chocolate caliente, poco a poco y removiendo para que los huevos no cuajen.
  • Pasamos la mezcla por un colador para quitar posibles grumos que hayan podido quedar y lo vertemos en la flanera que teníamos caramelizada.
  • Cocer nuestro flan al baño maría en el horno precalentado a 150ºC hasta que esté bien cuajado, lo que nos llevará unos 40 o 45 minutos.
  • Sólo nos queda dejar que se enfríe completamente antes de desmoldar, servir y disfrutar.

domingo, 12 de junio de 2016

Vichyssoise (o crema de puerros y patatas)

Parece que ya llega el buen tiempo y empieza a oler a verano, aunque la verdad es que en el norte de España eso es decir mucho; tan pronto morimos de calor como diluvia como si se fuese a acabar el mudo, pero eso también tiene su encanto, oye. Bueno, a lo que vamos, que nos estamos desviando. Entramos en una época en la que apetecen platos fresquitos y ligeros, y os aseguro que hay vida más allá del gazpacho, las ensaladas o el salmorejo (que a mí me encanta, por cierto).

Y uno de esos platos puede ser una vichyssoise. Para aquellos que no estén familiarizados con la lengua de Victor Hugo o Molière, ni con la gastronomía, aclararemos que se trata de un crema de puerros y patatas, con su toque de nata, cómo no, que se sirve bien fría. Aunque si os digo la verdad, yo también tomo esta sopa bien calentita en otoño e invierno. Porque a mí los puerros me gustan mucho y me parece una tontería reservar un plato que te satisface y reconforta sólo para una determinada época del año.

Por cierto, sobre el origen de este plato hay cierta controversia, pero todas las versiones datan su invención durante la I Guerra Mudial. Hay quien asegura que se trata de una variante de una sopa de la cocina tradicional francesa y que nació en el Hotel Ritz de Nueva York, cuando un cocinero de una localidad cercana a Vichy recordó como, en verano, enfriaban la sopa de patatas y puerros de su abuela echado leche fría, y decidió hacer algo parecido, pero más refinado, para los patrones y clientes del Ritz.

Otra versión, que a mí personalmente me guata más, defiende que el embajador de España ante el gobierno colaboracionista de Vichy, que era bilbaíno, se llevó a la cocina de su embajada a un cocinero de Bermeo, al que se le ocurrió refinar un plato tradicional vasco, la porrusalda, que le parecía excesivamente popular y rústico para los paladares de la representación diplomática. Con la toma de Vichy por los aliados, el cocinero se fue a Estados Unidos y, oh, sorpresa, se puso a trabajar en el hotel Ritz de Nueva York.

Quedaos con la versión del origen del plato que prefiráis, pero animaos a hacerlo. No os arrepentiréis.

Ingredientes: 
  • 500 g de puerros (sólo la parte blanca)
  • 500 g de patatas
  • 75 g de mantequilla
  • 1 l de caldo de pollo o verdura (vale, o agua, si no tenéis otra cosa)
  • 250 ml de nata  
  • Sal
  • Pimienta blanca 

Elaboración:

  • Para empezar cortamos la parte verde de los puerros y limpiamos bien la parte blanca, quitado las primeras capas si fuera necesario. (Tened en cuenta que la arenilla, a pesar de encontrarse mayoritariamente en la parte verde,   puede estropearnos el plato). Cortamos los puerros en rodajas y los rehogamos en la mantequilla, sin pasarnos, para que queden blancos y no cojan color.

  • Mientras, pelamos y cortamos en trocitos las patatas, y cuando el puerro esté blando las añadimos y rehogamos para que se hagan un poco.


  • En este momento añadimos  el caldo (o el agua, si no tenéis otra cosa), salpimentamos y dejamos cocer durante media hora más o menos, hasta que la patata esté blanda.

  • Sólo nos queda añadir la nata y triturar bien con la batidora. Si queréis que quede bien fino, después de triturar la crema podéis pasarla por un chino (yo lo hice, aunque no hay foto :()  y lo dejamos enfriar.
  •  
  • Una vez tengamos bien fría la vichyssoise sólo nos queda rectificar de sal y pimienta si hiciera falta y servirla.


domingo, 5 de junio de 2016

Bizcocho de coco y chocolate blanco


Si habéis leído un poco este blog a estas alturas ya sabréis que soy una amante del coco. Siempre tengo coco rallado en la despensa y muchas veces también leche de coco, que utilizo para recetas como la de pollo al curry. Pues bien, es mas que probable que después de elaborar esa receta os sobre leche de coco, así que hoy os voy al dar una idea para aprovecharla: un bizcocho de coco y chocolate blanco.

Absteneos de preparar esta receta si no os gusta el sabor del coco, porque en este bizcocho es bastante intenso. Si sois de esos que cuentan cada caloría que se llevan a la boca ni sigáis leyendo, puede que os echéis unos cuantos kilos encima sólo con leer la receta.

También os digo que es un bizcocho que llena bastante, así que tampoco os tenéis que comer un pedazo enorme cada vez que os sentís delante del plato. Si lo tapia bien para que no se seque se conserva perfectamente durante unos cinco días, así que si os servís raciones moderadas tenéis desayuno o merienda para rato. Es más, yo diría que gana con el tiempo, ya que nada más sacarlo del horno tiene una capa exterior bastante crujiente, que se suaviza de un día para otro. Así que no os lo penséis y dadle una oportunidad a este bizcocho, es puro amor.

Ingredientes para el bizcocho:
  • 3 huevos
  • 1 pizca de sal
  • 150 g de azúcar
  • 150 g de chocolate blanco
  • 150 g de mantequilla
  • 150 ml de leche de coco
  • 150 g de harina
  • 150 g de coco rallado
  • 8 g  de levadura química (tipo Royal)
 Ingredientes para la cobertura:
  • Coco rallado
  • Chocolate blanco
  • Manteca de cacao (o mantequilla, si no tenéis manteca de cacao)

Elaboración del bizcocho:
  • Empezamos separando las yemas y las claras de los huevos y se montamos las claras con una pizca de sal. Cuando empiecen a estar montadas les añadimos 50 gramos de azúcar y seguimos batiendo hasta que tengamos un merengue bien firme. Reservamos.

  • Para continuar batimos bien las yemas con el resto del azúcar; 100 gramos, recordad. 
  • Mientras, fundimos en el microondas el chocolate , por un lado, y  la mantequilla por otro. Lo hacemos así porque no tienen el mismo punto de fusión, y no queremos que nada se queme. Además, el chocolate lo fundiremos calentándolo de 30 segundos en 30 segundos, y revolviendo bien cada vez que acabamos de calentar.
  • Mezclamos el chocolate y la mantequilla, dejamos que se temple la mezcla, la añadimos a las yemas que estábamos montando y seguimos batiendo hasta que nos quede una masa lisa y homogénea.
  • A continuación añadimos la leche de coco y batimos hasta que quede bien integrada. 

  • A continuación mezclamos la harina con el coco rallado y la levadura, y la vamos incorporando poco a poco a la masa.

  • Cuando esté todo bien mezclado cogemos las claras que teníamos montadas y añadimos unas cucharadas a la masa (si las añadimos de golpe nos costaría más integrarlas en la masa) y removemos con una espátula, con movimientos circulares y de arriba a abajo, para evitar perder volumen. Vamos añadiendo el resto de las claras de la misma forma, hasta que tengamos una masa con todo bien integrado. (La masa quedara bastante espesa y con los grumitos del coco rallado, así que no os asustéis).

  • Engrasamos un molde, echamos la masa y cocemos nuestro bizcocho e el horno precalentado a 175°C durante unos 45-50 minutos. Ya sabéis que cada horno es distinto, así que controlar los tiempos.

Elaboración del glaseado:
  • Empezamos tostando el coco rallado en una sartén. Vigilad, porque se quema con mucha facilidad. Reservamos.

  • Fundimos el chocolate blanco por un lado y la manteca de cacao por otro, los mezclamos y lo vertemos sobre el bizcocho, que luego espolvorearemos con el coco rallado.
  • Solamente nos queda servir y disfrutar.