domingo, 25 de enero de 2015

Enchiladas de pollo al mole (con atajos)


La verdad es que no conozco a nadie a quien no le guste la comida mexicana. Podrá gustarles con más o menos picante, pero les gusta. A mí, desde luego, me encanta, así que nunca desaprovecho la oportunidad de ir a un restaurante mexicano. De hecho, tengo grandísimos recuerdos de mis años de estudiante y primeros trabajos en Madrid, cuando mi gran amiga Vero (voy a aprovechar para recomendaros su libro; Ariel y el asesino de mujeres) íbamos al cine y a cenar a La Mordida. Salvo honrosas excepciones, si la película le entusiasmaba a ella, a mí no demasiado. Si me encantaba a mí, a ella no le decía mucho. Y aún así nos queríamos (y queremos, a pesar de que no nos vemos todo lo que nos gustaría) y éramos capaces de pasar horas hablando de la película en cuestión delante de unos nachos con guacamole, un pollo flor y un plato de cochinita pibil. ¡Qué recuerdos!

Y si el antojo ya es mucho, y no hay un restaurante mexicano cerca, me pongo manos a la obra y me preparo algo en casa. Por eso siempre tengo en mi despensa cosas como tortillas de trigo o maíz, achiote, chiles en conserva o mole.

Sí, mole. Y lo vamos a utilizar para esta receta. Aunque en México utilizan la palabra mole para referirse a cualquier salsa elaborada a base de chiles y especias, cuando en España decimos mole normalmente nos referimos al mole poblano, que además de especias, chiles, semillas y almendras incluye chocolate en su elaboración. Preparar tu propio mole tiene que ser una experiencia maravillosa, pero es bastante complejo y nos resultará bastante difícil encontrar alguno de sus ingredientes en el mercado, así que si te gusta (y digo si te gusta porque tiene un sabor bastante peculiar, con un regusto picante. Hay que probarlo al menos una vez en la vida, y luego ya se decide) una buena opción es comprar la pasta para prepararlo. Este es el primer atajo al que hace referencia el título de la noticia.

El segundo, que utilizaremos las sobras de un pollo asado para elaborarlo. Así que en esta receta no os voy a poner cantidades, todo dependerá de la cantidad de restos de pollo que tengáis. Yo, para una pechuga que tenía, he utilizado un tercio de pimiento rojo, un tercio de pimiento verde y una cebolla mediana entera. El bote de mole lo he hecho entero, pero con la mitad llegaba más que de sobra. No pasa nada, seguimos con la cocina de aprovechamiento y lo utilizaré para unos huevos. Con esto me ha dado para tres tortillas, de las medianas (normalmete en el super encontramos tres tamaños. Yo las grandes nunca las compro, porque me parecen demasiado grandes). Con esto, en mi casa, comemos dos personas, porque llenan bastante, pero si vosotros sois de mejor comer...

Nos ponemos a cocinar. ¡Ándale!

Ingredientes:
  • Sobras de pollo asado
  • Un trozo de pimiento verde
  • Un trozo de pimiento rojo
  • Cebolla
  • Un bote de mole
  • Caldo de pollo
  • Queso rallado
  • Sésamo
  • Tortillas de trigo

Elaboración:
  • Para empezar cortamos los pimientos en cuadraditos y las cebollas en aros que luego partiremos en cuartos. Lo ponemos en una sartén con un poco de aceite y sal y dejamos que se pochen a fuego lento. (A fuego lento. Esto es lo que más tiempo os llevará de toda la receta, así que tened paciencia. Queremos una verdura suave, no demasiado tostada)
  • Quitamos la piel y los huesos a nuestras sobras de pollo y lo troceamos. Ni muy grade, ni muy pequeños. Yo lo hago directamente con las manos, pego un pellizco, arranco y listo.
  • Mezclamos el pollo y su salsa con la mezcla de cebolla y pimientos, cocemos todo junto un par de minutos y reservamos.
  • Llegó la hora de hacer el mole. Tan sencillo como abrir el bote de mole y echarlo en un cazo. Llenamos el bote de caldo y lo incorporamos al cazo. Repetimos esta operación otras dos veces (vamos, que por una medida de pasta de mole necesitamos tres de caldo) y cocemos a fuego lento y sin dejar de remover hasta que hierva. (Es importante remover continuamente, porque se quema con mucha facilidad).
  • Nos toga ahora rellenar las tortillas de trigo con la mezcla de pollo y verduras y enrrollamos. Las ponemos en una fuente que pueda ir al horno y las cubrimos con la salsa de mole.
  • Rematamos con un poco de queso rallado y sésamo, y metemos al horno a 180ºC durante unos 15 minutos, o hasta que el queso esté fundido y dorado.
  • Ya sólo nos queda sacarlo del horno y comerlo caliente. Yo suelo acompañarlo con guacamole, pero a vuestro gusto.

lunes, 19 de enero de 2015

Flan de plátano


Pues sí, ya pasó la Navidad. Una gran alegría para muchos, una pequeña tristeza para mí y el principio del autoengaño para la mayoría. Sí, sí, del autoengaño. Del voy a aprender inglés, iré al gimnasio y dejaré los dulces y comeré cinco raciones de frutas y verduras al día. 

Es que no puedo parar de reírme. Cuando hacéis esos propósitos para el año nuevo sois perfectamente conscientes de que no los vais a cumplir, pero los repetís año tras año, como si por el mero hecho de desearlo vuestra vida fuera a cambiar tras comer 12 uvas.

Yo os lo voy a poner fácil. Como lo más cerca que vamos a estar de una clase de inglés va a ser ver una serie americana subtitulada en español latino, esta receta va en castellano. Como lo de dejar los dulces es prácticamente imposible, voy a incorporar tres piezas de fruta en esta receta. Y como sé que en el fondo somos de espíritu vago y no vamos a ver las máquinas de un gimnasio ni de lejos os propongo hacer un poco de brazo cogiendo una batidora.

Así que preparaos porque empezamos con el flan de plátano, la receta más fácil de la historia. Ah, que el plátano es la fruta menos recomendada por los nutricionistas...


Ingredientes para el caramelo:

  • 6 cucharadas de azúcar
  • 2 cucharadas de agua 

 

Ingredientes para el flan:

  • 6 huevos XL
  • 1 litro de leche entera (Sí, tiene que ser entera. Y de vaca)
  • 6 cucharadas de azúcar
  • 3 plátanos maduros
  • La ralladura de un limón 

 

Elaboración del caramelo: 

  • Tan sencillo como poner una sartén al fuego con el azúcar y el agua, hasta conseguir un caramelo oscuro.   
  • Cuando lo tengamos listo sólo nos queda echarlo en el molde o flanera, repartirlo bien por los moldes y dejarlo enfriar.

 

 Elaboración del flan: 

  • Ponemos la leche, el azúcar, los huevos, los plátanos pelados y cortados en trozos y la ralladura de limón en el vaso de la batidora o una jarra y trituramos bien. 
  • Echamos la mezcla en el molde y lo introduce en el horno, al baño María, a 210ºC, durante cerca de una hora o hasta que introduzcamos un spaguetti y salda seco y limpio. 
  • Sacamos del horno, esperamos a que se enfríe y lo metemos en la nevera, ya que está más rico fresquito. Sólo tendremos que sacarlo de la nevera unos minutos antes de comerlo y desmoldar.
 

viernes, 2 de enero de 2015

Roscón de Reyes


En mi casa somos republicanos, así que Reyes no lo celebramos demasiado. Para el 6 de diciembre ya nos ha visitado el Olentzero y nos ha colmado de regalos, pero para qué os voy a engañar, lo del roscón no lo perdonamos.

Normalmente la gente compra el roscón de Reyes en una gran superficie, un dulce elaborado industrialmente y que, en el mejor de los casos, tiene una masa ligeramente esponjosa que no sabe a nada. Y digo en el mejor de los casos porque es aún peor cuando lleva tanto azahar que echa para atrás. Por no hablar de esa espuma que lo rellena a la que llaman nata o los ingredientes de dudosa calidad entre los que abundan las levaduras y las grasas trans. Es cierto que en muchas pastelerías podemos encontrar roscones de calidad, aunque en la mayoría de los casos su precio es elevado. ¿Por qué no hacerlo entonces en casa nosotros mismos?

Eso sí, tened en cuenta que para tener el roscón listo para comer nada más despertarnos hay que empezar a elaborar el roscón dos días antes, con la preparación del prefermento. La mayor dificultad la encontraremos en conseguir la paciencia para respetar los tiempos del levado de la masa y en el momento del amasado. Sí, hay que amasar bien para obtener una masa esponjosa. Pero no os preocupéis, si no tenéis experiencia podéis utilizar la técnica del micro amasado: sin sacar la masa del bol, la plegamos unas cuatro veces sobre sí misma y la dejamos reposar durante diez minutos. Repetimos esta operación cinco veces y listo.

Como veis, sólo es cuestión de organizarse, porque siguiendo la receta (y respetando las cantidades y no metiendo mantequilla baja en grasa o sacarina) es casi imposible que el roscón de Reyes os salga mal. Y comer un dulce hecho con vuestras propias manos será tan satisfactorio como abrir los regalos que habréis encontrado debajo del árbol.

Ingredientes para el prefermento:
  • 70 gr de leche entera
  • 10 gr de levadura fresca de panadería
  • 1 cucharadita de azúcar
  • 130 gr de harina de fuerza

Ingredientes para la masa:
  • 60 gr de leche entera
  • 70 gr de mantequilla a temperatura ambiente
  • 2 huevos medianos
  • 20 gr de levadura fresca de panadería
  • 30 gr de agua de azahar
  • 450 gr de harina de fuerza
  • 1 pizca de sal
  • 120 gr de azúcar glas 
  • Un chorrito de Cointreau
  • Ralladura de limón
  • Ralladura de naranja

Ingredientes para la decoración:
  • Huevo batido
  • Azúcar humedecido con unas gotas de agua y Cointreau
  • Gajos o rodajas de naranjas
  • Guindas en almíbar

Ingredientes para el relleno:
  • 250 ml de nata 35% materia grasa
  • Azúcar al gusto

Elaboración del prefermento:
  • Empezamos por templar un poco la leche y deshacemos la levadura en ella.
  • Mezclamos la leche con el resto de los ingredientes, amasamos hasta que quede liso y formamos una bola tensa.
  • Dejamos reposar nuestra bola de masa toda la noche en la nevera, tapada con film transparente.

Preparación de la leche:
  • Colocamos la leche al fuego con la ralladura de limón y naranja y dejamos infusionar.
  • Retiramos del fuego, y cuando la leche esté templada añadimos el agua de azahar y el chorrito de Cointreau. Lo tapamos con film transparente y dejamos reposar toda la noche en la nevera.
  • (Este paso es opcional, pero yo creo que preparar así la leche el día antes da mucho más sabor al roscón).

Elaboración de la masa:
  • Cuando nuestro prefermento ha pasado al menos 8 horas en la nevera llega el momento de empezar con el roscón en sí. Comenzamos templando un poco la leche que teníamos reservada y desmenuzamos la levadura en ella.
  • Tamizamos la harina en un bol y vamos añadiendo los huevos, el azúcar, la mantequilla, una pizca de sal, la leche aromatizada con la levadura y el prefermento que teníamos reservado. (Todos los ingredientes, vamos)
  • Mezclamos todo hasta que empiece a integrarse. Es entonces cuando pasmos la masa a una mesa ligeramente engrasada con aceite y empezamos a amasar, plegando la masa sobre sí misma. (Si veis que la masa se os pega mucho a las manos podéis poner un poco de aceite en ellas).
  • Cuando notéis que vuestra masa está lisa y elástica haced una bola con ella, lo más tensa posible, y dejadla reposar hasta que doble su volumen. (Esta operación os llevará 5 horas como mínimo).
  • Una vez que la masa ha duplicado su volumen la desgasamos dándole un ligero amasado de segundos y la dejamos reposar 5 minutos. (con esto nos sale un roscón grande, si queréis dos más pequeños sólo tenéis que dividir la masa por la mitad y formar dos bolas con ella, que dejaremos reposar).
  • Pasado ese tiempo llega el momento de darle forma de roscón. Para ello sólo tenemos que introducir los dedos en el centro e ir agrandando el agujero haciendo girar la masa entre nuestras manos, con cuidado de no romperla. 
  • Colocamos nuestro roscón en una bandeja de horno forrada con papel vegetal, procurando que nos quede lo más centrado y redondo posible. En el agujero del roscón colocamos un aro, una taza o un bol, para evitar que se cierre el agujero cuando la masa fermente.
  • Dejamos reposar el roscón hasta que doble su volumen, al menos durante unas dos horas.
  • Cuando esté listo pintamos el roscón con huevo batido, muy suavemente, para evitar pincharlo y que se deshinche y lo adornamos con azúcar humedecido con unas gotas de agua y Cointreau y frutas confitadas.
  • Cocemos nuestro roscón entre 15 y 18 minutos en horno precalentado a 200ºC, con calor arriba y abajo. Pasado ese tiempo bajamos la temperatura a 180ºC y horneamos otros 10 minutos.
  • Sacamos nuestro roscón del horno y dejamos que se enfríe sobre una rejilla.

Elaboración del relleno:
  • Tan sencillo como añadir azúcar a la nata bien fría y montar. (No os paséis con las varillas; la nata tiene que quedar con cierta consistencia, pero no convertirse en mantequilla...)
  • Si preferís un relleno de trufa sólo tenéis que añadir unos 100 gramos de chocolate derretido y templado a la nata y montarla.
  • Yo aprovecho el momento de rellenar el roscón para poner el haba o la figurita, envuelta en un poco de papel film.

Conservación:
  • Lo sentimos, para desayunarlo la mañana de Reyes. Y si sobra, en el postre de la comida.
  • Tened en cuenta que si vuestro roscón va relleno de nata o trufa hay que conservarlo en la nevera y no durará tanto.