Inmersos como estamos en pleno mundial, seguro que más de uno queda con los amigos para ver el partido y comer pizza. Pues bien, después de leer esta entrada del blog, no hará falta llamar nunca más a una pizzería de esas que sirven a domicilio. Hoy aprenderemos a hacer la masa en casa, con nuestras propias manos, sin demasiado esfuerzo. Y una vez tenemos lista la masa, tardaremos lo mismo en preparar una pizza en nuestro propio horno que lo que un repartidor tarda en llamar al timbre de casa.
Sí, ya sé que la masa de pizza tarda en fermentar, pero para solucionar ese problema sólo hay que tener un poco de previsión. Y a estas alturas todos conocemos perfectamente el calendario de partidos y cuándo vendrán nuestros amigos a casa, así que sólo los tenéis que poner a amasar la noche antes y dejar reposar vuestra masa de pizza en la nevera entra 18 y 24 horas. Como veis, es facilísimo. Y una vez os ponéis manos a la obra podéis hacer una mayor cantidad de masa y congelarla para próximas ocasiones.
Una buena masa es fundamental para que nuestra pizza tenga éxito, el horno de leña hará lo demás. Ah, que no tenemos horno de leña... Bueno, no pasa nada. Hoy también os daré dos sencillos trucos para conseguir el mismo resultado en el horno de casa.
Cuando descubráis el placer de elaborar vuestra pizza en casa desde el principio, cuando comprobéis que siempre llegará caliente a la mesa, nunca más volveréis a llamar al repartidor. A no ser que queráis algo con él...
Ingredientes para la masa:
- 500 gr de harina
- 300 gr de agua
- 13 gr de sal
- 15 gr de aceite
- 5 gr levadura fresca
Ingredientes para el relleno:
- Tomate
- Queso mozzarella freso, no rallado
- Queso azul
- Jamón cocido
- Champiñones
- Cebolla
- Orégano
- O cualquier cosa que queráis
Elaboración de la masa:
- Echamos la harina de fuerza en un bol y hacemos un hueco en el centro con la mano. En el hueco añadimos la levadura disuelta en un poco del agua.
- A continuación, poco a poco, agregamos el agua en el hueco del centro y vamos mezclando con una mano.
- Una vez lo tenemos todo bien mezclado añadimos la sal.
- Colocamos la masa sobre una superficie de trabajo ligeramente enharinada y empezamos a amasarla. Como siempre os digo, el movimiento os saldrá por instinto. Y si no, basta con hacerla rodar sobre la mesa y plegarla sobre sí misma.
- Cuando consideremos que la masa está firme le añadimos el aceite de oliva. Puede que al principio nos cueste un poco y que la masa, por mucho que amasemos, quede un poco quebrada, pero no os preocupéis, es normal.
- Hacemos una bola con la masa, la metemos en un bol, la tapamos con film transparentemos y la deja en el frigorífico 30 minutos.
- Pasado este tiempo sacamos la masa, la dividimos en porciones. (Para una pizza individual 125 gr, para una mediana de 26 cm necesitaremos 200gr y para una de unos 30 cm, 250 gr) Hacemos una bola con cada porción y metemos cada bola en un tupper en el que tenga suficiente sitio para crecer. Si todos vuestros tuppers están en casa de mamá, esperando a que vuelvan cargados de comida, una bolsa de congelar hará la misma función.
- Metemos los tuppers o las bolsas a la nevera, donde se realizará la fermentación de la masa, por un período de 18 a 24 horas. Transcurrido ese tiempo sólo nos queda empezar a montar nuestra pizza o congelar las porciones de masa.
Elaboración de la pizza:
- Tendremos que sacar la masa del frigorífico media hora antes de empezar a preparar nuestra pizza, para atemperarla un poco.
- Llega el momento de estirar nuestra masa, a poder ser con las manos y no el rodillo (sí, ya sé que en mis fotos hay un rodillo... :( ), ya que romperíamos los alveolos y no conseguiríamos ese resultado crujiente y esponjoso por dentro a la vez. Debemos dejarle un pequeño borde y dejarla fina por todos lados.
- extendemos una fina capa de tomate sobre nuestra masa y los ingredientes que hayamos elegido, empezando siempre por el queso mozzarella. Normalmente tendemos a sobrecargar la pizza de ingredientes, y no es necesario, de verdad. De lo que se trata es de que haya un equilibrio entre masa y relleno.
- Cuando metamos la pizza al horno también introduciremos un pequeño recipiente de barro o cerámica con agua, lo que ayudará a no deshidratar la masa. Debemos hornear con calor sólo abajo, a la máxima temperatura que permita nuestro horno y depositar la pizza en el nivel dos del horno, empezando siempre a contar por abajo.
- Horneamos durante unos 15 o 20 minutos, hasta que esté crujiente. Y para saber si la pizza está hecha hay que fijarse siempre en la parte de abajo, en la masa, no en lo fundido que esté el queso...
Conservación:
- La pizza hay que comerla recién horneada.
- La masa, sin ningún relleno, puede congelarse perfectamente.
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