Ya está aquí diciembre, y con él la Navidad. Y no os hagáis los estrechos y me digáis que estas fiestas son un horror, porque a los regalos y los langostinos os apuntáis todos. ¡Doble moral! Y hablando de langostinos, habrá que ir pensando en qué poner sobre la mesa durante las comilonas que nos esperan. La verdad es que en un principio me había planteado hacer una serie de entradas especiales, con recetas de tartas con diferentes interiores, varias texturas, sabores distintos... Y n descarto hacer alguno, pero me ha parecido que mejor empezamos por algo rico, fácil de preparar y muy resultón; un clásico como las fresas con cava, pero renovado.
A las fresas no les vamos a hacer nada. Se trata de disfrutar de su sabor natural en contraste con el cava. Y es que el cava va a ser el protagonista de nuestra receta de hoy. Con él vamos a hacer una sopa que, espero, os dorprenderá gratamente. Y lo hará por su textura: en el plato (bueno, en la capital o vasito en el que lo presentéis), tendrá una textura viscosa, medio gelatinosa, pero una vez la metáis en la boca notaréis como se funde y se convierte en un líquido lleno de sabor.
Y todo gracias a la pectina, un espesante y gelificante que podréis comprar en herbolarios, farmacias o tiendas online de gastronomía. Pero ojo, porque para que la pectina actúe correctamente es imprescindible combinarla con un ácido, así que no os olvidéis del zumo de limón. Os prometo que este es el paso más difícil de la receta que os proponemos hoy. Vamos a ello.
A las fresas no les vamos a hacer nada. Se trata de disfrutar de su sabor natural en contraste con el cava. Y es que el cava va a ser el protagonista de nuestra receta de hoy. Con él vamos a hacer una sopa que, espero, os dorprenderá gratamente. Y lo hará por su textura: en el plato (bueno, en la capital o vasito en el que lo presentéis), tendrá una textura viscosa, medio gelatinosa, pero una vez la metáis en la boca notaréis como se funde y se convierte en un líquido lleno de sabor.
Y todo gracias a la pectina, un espesante y gelificante que podréis comprar en herbolarios, farmacias o tiendas online de gastronomía. Pero ojo, porque para que la pectina actúe correctamente es imprescindible combinarla con un ácido, así que no os olvidéis del zumo de limón. Os prometo que este es el paso más difícil de la receta que os proponemos hoy. Vamos a ello.
Ingredientes:
- 1 botella de cava
- 375 g de azúcar
- 9 g de pectina
- 150 g de zumo de limón
- Fresas
Elaboración:
- Empezamos mezclando bien el azúcar con la pectina.
- A continuación ponemos el cava en una cacerola, añadimos la mezcla de azúcar y pectina, lo ponemos al fuego y, sin parar de revolver, lo llevamos a ebullición.
- Cuando rompa a hervir lo retiramos del fuego. incorporamos el zumo de limón y mezclamos bien.
- Ya sólo nos queda taparlo y lo reservarlo en la nevera hasta unos minutos antes de servir.
Montaje:
- ¿Y las fresas? Pues las limpiamos, les quitamos el pedúnculo, las cortamos en trocitos, las ponemos en el fondo de una copa, vasito o bol y rellenamos con nuestra sopa de cava (no estará líquida, pero tampoco será una gelatina; revolvedla bien antes de llenar vuestras copas). Y ya está, listo para servir y disfrutar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario