Una hamburguesa puede ser comida rápida, pero no tiene por qué ser comida basura; con buena carne, buena verdura, buen queso y buen ketchup la experiencia puede ser totalmente distinta a la que nos ofrecen las grandes cadenas de restaurantes. Y si no que se lo digan a Daniel Boulud, chef francés afincado en Estados Unidos y que a principios de este siglo fue el primero en ofrecer una hamburguesa en su carta, al foie gras y por 29 dólares. Nosotros vamos a ser un poco más modestos y hoy lo intentamos con esta receta de hamburguesa de ternera y setas.
Lo ideal sería comprar el trozo de carne entero y picarlo nosotros mismos en casa, a cuchillo. Pero como soy consciente de que la mayoría no vamos a hacerlo, podéis usar carne picada. Eso sí, mejor comprad el trozo de carne entero y pedidle al vuestro carnicero que os lo pique, no cojáis una bandeja de esas ya preparadas. Y no tengáis la carne tres días en la nevera antes de preparar vuestras hamburguesas.
Por cierto, a la hora de freír nuestra hamburguesa es importante hacerlo en una sartén o plancha muy, muy caliente. Así, toda la superficie de la hamburguesa en contacto con el punto de calor se tostará y se formará una costra alrededor de la carne que le aportará un gusto único. Y no, no es necesario añadir aceite, pero si os da miedo que la hamburguesa se pegueno se rompa al darle la vuelta podéis echar un par de gotitas.
Nos vamos a currar una hamburguesa de categoría, así que sería una pena estropearla a la hora de añadirle los complementos. No vamos a usar el típico queso de barra sin sabor ninguno, ni esa lechuga iceberg que cuesta hasta masticar, ni un bacón malo, de esos que sueltan mucha agua a la hora de freírlo. Hoy nos ponemos en plan gourmet y apostamos por la rúcula, un buen brie y jamón ibérico, que hay que hacer patria. Así que vamos con nuestra hamburguesa de ternera y setas, de comida rápida sin más a un pequeño placer gastronómico.
Por cierto, a la hora de freír nuestra hamburguesa es importante hacerlo en una sartén o plancha muy, muy caliente. Así, toda la superficie de la hamburguesa en contacto con el punto de calor se tostará y se formará una costra alrededor de la carne que le aportará un gusto único. Y no, no es necesario añadir aceite, pero si os da miedo que la hamburguesa se pegueno se rompa al darle la vuelta podéis echar un par de gotitas.
Nos vamos a currar una hamburguesa de categoría, así que sería una pena estropearla a la hora de añadirle los complementos. No vamos a usar el típico queso de barra sin sabor ninguno, ni esa lechuga iceberg que cuesta hasta masticar, ni un bacón malo, de esos que sueltan mucha agua a la hora de freírlo. Hoy nos ponemos en plan gourmet y apostamos por la rúcula, un buen brie y jamón ibérico, que hay que hacer patria. Así que vamos con nuestra hamburguesa de ternera y setas, de comida rápida sin más a un pequeño placer gastronómico.
Ingredientes:
- 500 g de carne picada de ternera
- 300 g de setas variadas (yo tenía una foto preciosa con mis pleurotus, shiitakes y mini eringys encima de la tabla de cortar, pero sin querer la borré. Buuuuaaaaa.... Pero podéis usar las que tengáis a mano)
- 1 yema de huevo
- ½ Cebolla morada
- 2 dientes de ajo negro (Tampoco vamos a ponernos exquisitos, si no tenéis, podéis usar el ajo de toda la vida, pero el sabor no es el mismo)
- 1 cucharadita de mostaza fina
- Sal
- Pimienta negra recién molida
- Aceite
- Rúcula
- Queso brie
- Jamón ibérico
Elaboración:
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