domingo, 24 de abril de 2016

Pan con centeo y cerveza (Judas)



No entiendo la mala fama que tiene el pan. De un tiempo a esta tarde se ha puesto de moda decir que es malísimo porque contiene gluten e incluso personas que no son celiacas han dejado de consumirlo. Lo que me parece una soberana tontería, ya que no hay ninguna razón para dejar de comer pan si no hay una intolerancia detrás. Y luego está la vieja historia de siempre, que si engorda mucho. Pues bien, según un reciente estudio del departamento de Dietética de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense, aquellas personas que consumen mayor cantidad de pan tienen menos sobrepeso. Sí, ya sabemos que por cada estudio que afirma una cosa hay otro que asegura exactamente lo contrario, pero de lo que estoy totalmente segura es que de aquellas personas que comen pan son bastante más felices. ¿No os acordáis del maravilloso momento del bocadillo al salir del colegio? ¿O de la placentera sensación que produce mojar pan en la yema del huevo frito?        

Por eso hoy volvemos con una receta de pan. Como sé que a pesar de que hace un tiempo os enseñé a preparar masa madre probablemente no la tengáis en casa, no la utilizaremos en esta ocasión. Pero a pesar de eso usaremos una cantidad relativamente pequeña por dos motivos. El primero, porque haremos una fermentación larga en nevera, con lo que se empezarán a desarrollar las propias levaduras de la harina. El segundo, porque hidrataremos nuestra masa con cerveza, así que sus levaduras, e incluso sus burbujas de gas, ayudarán en la fermentación de nuestro pan.

Podéis utilizar cualquier tipo de cerveza para elaborar este pan, siempre que sea de buena calidad. Tened en cuenta que su sabor se notará en el resultado final del pan. Yo he decidido hacerlo con cerveza Judas, por su sabor particular, dulce aunque con un ligero amargor final. Si utilizáis una cerveza negra, por ejemplo, el color final de vuestro pan será más oscuro. Y no os preocupéis si tenéis niños en casa, todo el alcohol se evaporará durante la cocción. Venga, vamos a ello.

Ingredientes:
  • 200 g  harina de centeno (integral si puede ser)
  • 300 g de harina de fuerza
  • 1 cerveza Judas
  • 8 g de levadura fresca de panadero
  • 10 g de sal
  • 30 g de aceite de oliva virgen
  • Copos de avena

Elaboración:
  • Vamos a empezar con algo fácil: poniendo en un bol todos los ingredientes (la levadura desmenuzada) y añadiendo la cerveza. Yo se la echo toda de golpe y a veces, incluso, añado un poco de agua. Pero si estáis empezando en esto del pan tampoco hace falta que os paséis de hidratación.
  • Llega la hora de ponerse con el amasado. Yo lo hago en la Kenwood, con el gancho, porque soy vaga. Pero si no tenéis una máquina de este tipo basta con que remováis hasta conseguir que la masa quede uniforme.
  • Cuando tengáis la masa casi lista llega el momento de añadir los copos de avena y amasar un poco, hasta que estén integradas del todo.
  • Hacemos una bola con nuestra masa y la dejamos reposar una hora, tapada con film, en un bol untado con aceite. La masa es bastante fácil de manejar, pero si tenéis problemas, aceitad un poco la superficie de trabajo y vuestras manos.
  • Dejamos reposar la masa más o menos una hora, hasta que haya doblado su volumen. Entonces sacamos la masa del bol y, con las manos aceitadas, la aplanamos para desgasificarla y volver a formar una bola con ella. 
  • Cogemos la bola de masa y la metemos en un banneton que habremos enharinado y salpicado de copos de avena previamente. Es muy importante que la parte más lisa de la bola vaya hacia abajo, la que esté en contacto con el banneton. (Sí no tenéis banneton no pasa nada. Basta con que hagáis una bola lo más prieta posible y le echéis un poco de harina y copos de avena por encima. En este caso, la parte de la bola más lisa deberá quedar hacia arriba, en contacto con el aire).
  • Llego la parte más fácil de todo el proceso: tapar la masa con film aceitado (yo, con un gorro de ducha) y dejarla fermentar toda la noche en la nevera.
  • A la mañana siguiente (yo dejé la masa 12 horas en la nevera, pero con 8 son suficientes) sacamos el banneton del frigorífico (o la bola) y la dejamos templar a temperatura ambiente mientras precalentamos el horno a 250°C.
  • Justo antes de meter la masa al horno le damos la vuelta al banneton y con una cuchilla panadera, un cutter o un cuchillo bien afilado hacemos una incisión en la parte de arriba del pan, para que abra por ahí y no reviente por donde quiera. (Si no tenéis banneton y habéis echo una bola con la masa, saltaos el paso de darle la vuelta).
  • Sólo nos queda meter la masa en el horno y echar en la base cinco o seis cubitos de hielo para generar humedad y hornear unos 8 minutos a 250°C.
  • Pasado ese tiempo bajamos la temperatura del horno a 200°C y horneamos unos 40 minutos más. Sabréis que el pan está bien hecho cuando al darle un golpe en la corteza suene a hueco.













































































 































domingo, 17 de abril de 2016

Tarta húmeda de naranja


Aunque por obra y gracia de la globalización dispongamos de naranjas todo el año, lo cierto es que es ahora cuando en España están de temporada, así que hay que aprovechar. Cuando vayáis a comprarlas tened en cuenta que las naranjas se comercializan maduras, ya que, a diferencia de otras frutas, no maduran una vez recolectadas. No os fijéis demasiado en el color de la piel, ya que hay naranjas maduras con la cáscara verde. Y ojo, porque las que se comercializan en redes de 2, 3 o 4 kilos suelen ser de clase I y II, mientras que las de clase extra se almacenan en cajas de madera y algunas de ellas se presentan envueltas en papel de celofán.

Con las naranjas se puede hacer mucho más que zumo. Hoy os propongo un bizcocho húmedo para el desayuno o la merienda. Porque si me hacéis caso y lo probáis descubriréis que es un dulce perfecto para acompañar un buen té.

Así, a primera vista parece que la receta tiene muchísimos pasos y va a ser todo complicadísimo, pero nada más lejos de la realidad. No os asustéis y manos a la obra.

Ingredientes para la naranja escalfada:
  • 1 naranja
  • 200 ml de agua
  • 100 g de azúcar

Ingredientes para la tarta:
  • 225 g de mantequilla blanda
  • 175 g de harina
  • 3 huevos
  • 225 g de azúcar
  • 11 g de levadura seca
  • La ralladura y el zumo de 3 naranjas
  • Un chorrito de licor de naranja

Ingredientes para el almíbar de naranja:
  • 90 g de azúcar
  • El zumo de 3 naranjas

Glaseado de naranja:
  • 100 g de gelatina neutra
  • 2 cucharadas de zumo de naranja

Elaboración de la naranja escalfada:
  • Para empezar lavamos las naranjas y las cortamos en rodajas finas.
  • Ponemos el agua y el azúcar a calentar y cuando llegue a ebullición añadimos con cuidado las rodajas de naranja.
  • Escalfamos las naranjas a fuego muy lento durante unos 20 minutos, sin que el líquido llegue nunca a hervir.
  • Pasado ese tiempo retiramos las rodajas con cuidado de que no se rompan, las escurrimos y dejamos enfriar. (1)

Elaboración de la tarta:
  • Ponemos la mantequilla en un bol y la batimos hasta conseguir que quede cremosa, aireada y blanquecina.
  • Añadimos el azúcar y la ralladura de naranja y mezclamos bien.
  • Incorporamos los huevos, de uno en uno y a temperatura ambiente, y batimos hasta integrar bien.
  • Mezclamos con la harina y la levadura tamizadas, hasta obtener una masa suave y lisa.
  • Por último, agregamos el zumo y el licor de naranja y mezclamos bien.
  • Echamos la masa en un molde de 22cm de diámetro, previamente engrasado y enharinado, hasta 2 cm por debajo del borde.
  • Horneamos 45 minutos, en el horno precalentado a 180ºC. (2)

Elaboración del almíbar de naranja:
  • Mientras se hornea la tarta elaboramos el almíbar de naranja.
  • Ponemos el azúcar y el zumo de naranja en un cazo y llevamos a ebullición. (3)

Elaboración del glaseado de naranja:
  • Ponemos la gelatina y el zumo de naranja en un bol y mezclamos bien, calentando ligeramente y sin que nunca llegue a hervir. (4)

Montaje de la tarta:
  • Sacamos la tarta del horno y en cuanto podamos la desmoldamos. (2)
  • Colocamos la tarta en una rejilla que habremos colocado sobre una bandeja de horno con bordes y limpia.
  • Cuando el almíbar llegue a ebullición (3) lo vertemos, con ayuda de un cucharón, sobre la tarta, de manera que quede empapada.
  • Recogemos el almíbar que haya caído sobre la bandeja y lo vertemos de nuevo sobre la tarta. Si queremos, podemos repetir la operación una vez más.
  • Colocamos las naranjas escalfadas (1) sobre la tarta, de forma que queden bonitas.
  • Para terminar, cubrimos la tarta con el glaseado de naranja (4) y dejamos enfriar antes de servir a temperatura ambiente.


domingo, 10 de abril de 2016

Merluza en salsa de puerros


Hay quien dice que la merluza es un pescado muy soso, que no sabe a nada, pero yo creo que no es verdad. Puede ser porque también dicen que la merluza es la novia de los vascos, pero lo cierto es que dejando ese detalle aparte es un pescado muy versátil, que va bien con casi cualquier ingrediente. Por cierto, la fecundidad de la merluza aumenta con la edad. Con 60 centímetros una hembra puede poner 100.000 huevos, y con más de 1 metro puede superar los 350.000 huevos. Así que es una novia que promete muchos hijos. Cuidado.

Si sois de los que contáis cada caloría que ingerís (aunque no creo, porque entonces no estaríais mirando este blog) seguro que estáis acostumbrados a comerla a la plancha, vuelta y vuelta. Está rica, nada que objetar, pero aprovechando que es domingo vamos a darle un poco de alegría y acompañarla con una salsa para mojar pan.

Es una salsa muy sencilla de hacer, con ingredientes que cualquiera tiene en casa: puerros (que si seguís este blog ya sabréis que me encantan), cebolla, vino blanco y nata (o leche evaporada si estáis en eso de cuidar la línea). Yo soy alérgica al marisco, pero vosotros, si queréis alegrarla un poco podéis añadirle almejas o langostinos. Eso lo dejo a vuestra elección, aunque ya os digo que está riquísima así, sin más. Y lo mejor de todo, que no se tarda nada en cocinar este plato.

P.D: por cierto, esta misma salsa (sin almejas y sin langostinos) también queda muy bien con unos escalopines de ternera o unas pechugas de pollo. ¡Hoy casi tres recetas en una!

Ingredientes:
  • Cuatro lomos de merluza
  • Un puerro grande
  • Media cebolla pequeña
  • Un chorro de vino blanco
  • Nata para cocinar o leche evaporada
  • Sal
  • Pimienta
  • Aceite de oliva

Elaboración:
  • Empezamos picando el puerro y la cebolla y los pochamos en una sartén con aceite de oliva, a fuego bajo, hasta que estén blanditos. 
  • Añadimos el vino blanco, y dejamos que reduzca a la mitad. 
  • Echamos en la sartén la nata o la leche evaporada y dejamos cocer hasta que veamos que esté bien ligada-
  • Salpimentamos los lomos de merluza y la incorporamos a la sartén.
  • Dejamos cocer unos cinco o seis minutos (ojo, no os paséis o el pescado quedará seco) y servimos bien caliente.  
 

domingo, 3 de abril de 2016

Pudin de magdalenas y plátano


Hoy os propongo preparar un pudin, un postre que viene muy bien para aprovechar el pan duro que nos del día anterior o esa bollería que se nos ha puesto un poco dura. 

Un pudin se puede hacer con cualquier cosa de ese tipo, pero yo tenía unas magdalenas de leche condensada, que ya os enseñé a preparar, rondando por la cocina. Además acostumbro a desayunar un plátano todos los días y me gustan más bien tirando a verdes, así que alguno que se había pasado de maduro también fue a parar al pudin. Así que como veis esta es una receta de aprovechamiento total.

El pudin es una receta muy popular en Inglaterra, donde ya se preparaba en los siglos XVI y XVII. Entonces no se hacia en molde, básicamente porque no existían, así que la mada de pudin se envolvía en un paño y se hacía al baño María. Cuando llegaron los moldes ya se empezó a desarrollar todo un recetario sobre este tipo de platos, que admiten casi todas las preparaciones que nos podamos imaginar, tanto dulces como saladas. 

Que no os dé vergüenza hacer un postre con sobras, porque  a cocina del día a día está repleta derecetas de aprovechamiento. Así unas piezas de bollería un poco duras mezcladas con leche, huevos y plátanos bien maduros, pueden transformarse en un postre resultón y muy sabroso. 

Ingredientes: 

  • 3 plátanos maduros
  • 3 magdalenas
  • 70g de azúcar
  • 250g de leche
  • 200 de nata
  • 3 huevos
  • La ralladura de 1 naranja
  • 6 cucharadas de azúcar y una de agua (para el caramelo)


Elaboración:

  • Lo primero es hacer el caramelo, así que ponemos las 6 cucharadas de azúcar y la de agua en una satén y calentamos a fuego medio, hasta conseguir un caramelo rubio. (Tened cuidado de no cocerlo demasiado, porque amarga. Y no lo remováis con una cuchara, que se apelmaza). Cuando esté listo volcamos en el molde de pudin,  cubriendo bien las paredes, y reservamos. 
  • A continuación mezclamos la leche con la nata, el azúcar, los huevos y la ralladura de naranja y batimos bien, hasta obtener un batido liso y homogéneo. 
  • Seguimos desmigando las magdalenas y picando los plátanos en trocitos. 
  • Añadimos las magdalenas y los plátanos picados y mezclamos a mano, con cuidado de no machacarlos demasiado. 
  • Para terminar echamos la mezcla en el molde caramelizado y lo ponemos al baño María en el horno, precalentado a 200°C, durante unos 40 minutos o hasta que al pincharlo con un palillo salga limpio.
  • Sólo nos queda dejarlo enfriar completamente antes de desmoldar y servir.