domingo, 12 de abril de 2015

Mi Pavlova de plátano y caramelo

 

La bailarina Anna Pavlova debió de ser una mujer excepcional, porque hay que serlo para que creen un postre en tu honor. Se cuenta que la Pavlova visitó Nueva Zelanda (o Australia, este punto de la historia no está muy claro) y un pastelero local se quedó prendado de la elegancia y belleza de la bailarina, así que creó una delicada tarta en su honor.

Lo que no sé es si Anna Pavlova llegó a probar el postre inspirado en ella. En su época se esperaba de las bailarinas rusas que fueran técnicamente fuertes, lo que se traducía en tener un cuerpo poderoso, musculoso y compacto. Pero Pavlova era delgada, de apariencia delicada y etérea, perfecta para los papeles románticos.

Y así es esta tarta, delicada y etérea. Tarta que hay que montar en el último momento, ya que la humedad de la nata, la fruta y el caramelo estropean el merengue en muy poco tiempo. Por ese mismo motivo también os aconsejo que no hagáis una tarta muy grande, es mejor hacer dos más pequeñas (y montar la segunda cuando haga falta), que se conservarán mejor. Porque lo que hace a este postre especial es ese bocado crujiente que se funde en cuanto lo metes en la boca.

Por cierto, a los puristas os diré que sí, que sé que tradicionalmente este postre se elabora con fresas y frutos rojos. Pero hace poco publiqué la receta del Eton Mess (sí, me ha dado por el merengue), y quería variar un poco. Y, para mí, la combinación del plátano y el caramelo es perfecta.

Ingredientes para los discos de merengue:
  • 2 claras de huevo
  • 60 g de azúcar
  • 60 g de azúcar glas
  • Una cucharadita de esencia de vainilla 
  • Una cucharadita de vinagre

Ingredientes para la nata:
  • 250 ml de nata líquida para montar
  • 2 cucharadas de azúcar
  • Las semillas de una vaina de vainilla

Ingredientes para los plátanos caramelizados:

Elaboración de los discos de merengue:
  • Batimos las claras y la esencia de vainilla a punto de nieve, incorporando el azúcar en forma de lluvia, según vayan subiendo.
  • Cuando tengamos las clara bien montada echamos la cucharadita de vinagre y el azúcar glas poco a poco, y las vamos incorporando suavemente con movimientos envolventes, con ayuda de una espátula o una cuchara de metal, para que no se nos bajen.
  • Forramos dos bandejas de horno con papel vegetal, en el que habremos dibujado un circulo del tamaño del que queramos hacer nuestra Paulova. Rellenamos ese círculo con merengue, de forma que nos quede un poco grueso y con alguna irregularidad, no hace falta que quede perfectamente liso.
  • Sólo nos queda meter nuestros merengues en el horno, precalentado a140ºC, y hornearlos durante dos horas, dos horas y media, hasta que estén secos. (Es importante que una vez pasado ese tiempo los dejemos en el horno apagado, hasta que se enfríen del todo).

Elaboración de la nata:
  • Empezamos por abrir longitudinalmente la vaina de vainilla y rascar, con una puntilla, las semillas que hay en su interior. Añadimos las semillas de vainilla a la nata líquida.
  • Montamos la nata bien fría con una batidora de varillas. (Sencillo, sí, pero no os paséis u obtendréis mantequilla en vez de nata montada).

Elaboración de los plátanos caramelizados:
  • Pelamos los plátanos, les quitamos los hilillos y los cortamos en rodajas no muy gordas.
  • Las echamos en una cazuela, los cubrimos con salsa de caramelo de mantequilla salada y los cocinamos hasta que la salsa quede más o menos líquida y los plátanos blanditos.
  • Dejamos templar y reservamos.

Montaje de la Pavlova:
  • Colocamos un disco de merengue y sobre él una capa generosa de nata.
  • Tapamos con otro disco de merengue.
  • Rematamos con los plátanos y la salsa de caramelo de mantequilla salada.



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