Si la vida te da limones, haz limonada, dicen. Y yo añado que si además quieres ver la vie en rose, hazla con esta receta.
No deja de ser una limonada casera de toda la vida con un color rosaceo que hace que te preguntes constantemente si le echan colorante o cómo demonios lo hacen. Hasta que descubres que sólo hace falta incorporar un poco de zumo de grosellas o fresas (que es lo que yo usé porque era lo que tenía en casa) y listo. Entonces llega el momento en el que no sabes si alegrarte por el descubrimiento o decepcionarte porque te gustaría que la solución al enigma hubiera sido algo más mágico.
Una receta fácil de hacer y perfecta para un día de primavera o sorprender a las amiguitas de una niña que celebra su cumpleaños con una fiesta de princesas en las que el rosa es color rosa es obligatorio. Sólo de pensarlo, tiemblo...
Y si lo que hacéis es una fiesta de adultos no os cortéis, podéis echar un chorrito de kirsch, cointreau o vodka y ¡chin chin!
Ingredietes:
- 100 g de azúcar
- 100 ml de agua
- piel de limón y lima
- 150 ml de zumo de limón
- 100 mi de zumo de lima
- 600 ml de agua
- 50 g de fresas
- Hielo y rodajas de limón y lima
Elaboración:
- En un cazo llevamos el agua, el azúcar y la piel de la lima y el limón a ebullición. Pero no pongáis el fuego muy alto de golpe, calentad la mezcla poco a poco, removiendo constantemente.
- Reservar hasta que se enfríe, sin retirar las pieles de los cítricos.
- Exprimimos los limones y las limas y añadimos el agua.
- Colamos el jarabe que teníamos reservado, ya frío, lo incorporamos al zumo de cítrico y el agua.
- Cortamos las fresas en trozos y las trituramos con la batidora y unas cucharadas de la limonada. Lo colamos para eliminar las pepitas, lo añadimos al resto de limonada y removemos bien.
- Sólo nos queda pasar la limonada a la jara o botella en la que la vayamos a servir, echar hielo y rodajas de limón y lima al gusto ya disfrutar
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