domingo, 2 de noviembre de 2014

Pan de muerto



La semana pasada, a pesar de proponer unas galletas de Halloween, os comenté que no me gustaba demasiado esa fiesta y que, puestos a importar, preferiría traer la tradición del Día de Muertos de México. Así que no me he podido resistir a elaborar un típico pan de muerto del país azteca.

Hay dos versiones sobre el nacimiento del pan de muerto, pero las dos nos llevan al México prehispánico o el de primeros años de la conquista por parte de los españoles. La primera cuenta que era un ritual habitual en el México prehispánico que una princesa fuera ofrecida a los dioses, y su corazón, aún palpitante, se introdujera en una olla con amaranto para que después, el sacerdote que celebraba el rito quien encabezaba el rito, lo mordiera en agradecimiento a los dioses. A su llegada a México los españoles rechazaron ese tipo de sacrificios y elaboraron un pan de trigo en forma de corazón, bañado en azúcar pintado de rojo, simulando la sangre de la doncella.

Otros historiadores aseguran que el origen del pan de muerto se encuentra en un rito por el que los primeros primeros pobladores de México enterraba a sus muertos con sus pertenencias, entre ellas un pan compuesto por semillas de amaranto molidas y tostadas, mezclado con la sangre de los sacrificios que se ofrecían en honor a Izcoxauhqui, Cuetzaltzin o Huehuetéotl.

El caso es que este pan ha llegado hasta nuestros días  y se ha convertido en seña de identidad de una de las fiestas más importantes de México, el Día de los Muertos, que se celebra el 2 de noviembre. Es común que cada familia prepare este pan para hacer ofrendas a sus muertos y regalárselo a parientes y amigos, y suele degustarse en familia con un buen chocolate caliente.

A los españoles el sabor del pan de muerto nos puede recordar al del roscón de Reyes, con un toque más ligero de agua de azahar y mayor concentración de naranja. Y como el roscón de Reyes, es un dulce que lleva su tiempo elaborar. Ojo, que no es difícil, pero hay que organizarse porque necesitaremos un par de días par prepararlo. No digo que vayamos a estar 48 horas sin parar, pero hay que tener en cuenta los tiempos de fermentación. Dicen que lo bueno se hace esperar y nosotros obtendremos recompensa: un pan de muerto de miga esponjosa y suave que se mantendrá tierno durante varios días.

Ingredientes para el prefermento:
  • 250 g de harina de fuerza
  • 5 g de levadura de panadería
  • 35 g de azúcar
  • 80 g de agua
  • 2 huevos ligeramente batidos
  • 4 g de sal

Elaboración del prefermento:
  • Ponemos todos los ingredientes en un bol y amasamos hasta lograr una masa un poco pegajosa, elástica y brillante. 
  • No os preocupéis si os queda un poco floja, difícil de volear; ya ganará cuerpo. Metemos el prefermento en un bol engrasado con aceite y la tapamos con papel film. 
  • La dejamos fermentar durante unas dos o tres horas o toda la noche en la nevera.

Ingredientes para la masa final:
  • El prefermento
  • 250 g de harina de fuerza
  • 110 g de azúcar
  • 100 g de mantequilla a temperatura ambiente
  • 3 yemas de huevo batidas con 1 cucharada de agua
  • 2 cucharadas de zumo de naranja
  • La ralladura de una naranja
  • Unas gotas de agua de azahar  
  • Un huevo batido y azúcar pintar y decorar el pan

Elaboración del pan de muerto:
  • Colocamos en un bol el prefermento, el azúcar y la mantequilla y mezclamos bien. 
  • Incorporamos la harina y las yemas de huevo de una en una, según se van integrando en la masa. 
  • Añadimos el zumo de naranja, el agua de azahar y la ralladura de naranja y amasamos hasta conseguir una masa ligeramente pegajosa, pero suave y brillante. 
  • Colocamos la masa sobre una superficie ligeramente enharinada y hacemos con ella una bola, dejándola lo más tensa posible. Metemos nuestra bola de masa en un bol ligeramente engrasado con aceite, tapamos con film transparente y dejamos fermentar aproximadamente 1 hora a temperatura ambiente. 
  • Pasado este tiempo metemos la masa en la nevera, donde la dejamos toda la noche. 
  • Al día siguiente, sacamos la masa de la nevera y la dejamos reposar hasta que alcance la temperatura ambiente o unos 22ºC. 
  • Cuando esté a temperatura óptima, colocamos la masa sobre una superficie enharinada, separamos un tercio de la masa y lo dividimos en cuatro partes de igual tamaño, con las que elaboraremos la decoración de nuestro pan. 
  • Boleamos los otros dos tercios de la masa, formando una bola lo más redonda y tensa posible y la colocamos sobre una bandeja de horno forrada con papel vegetal. 
  • Con tres de las porciones pequeñas que habíamos reservado hacemos tres tiras de "huesitos", y con la otra la bolita del centro, pero aún NO montamos la decoración de nuestro pan de muerto. (Si os fijáis en las fotos se entiende mejor). 
  • Dejamos reposar la masa, tapada con film para que no salga corteza, durante aproximadamente una hora o hasta que haya duplicado su tamaño. 
  • Cuando este lista pincelamos la masa con la mezcla de huevo batido y agua y colocamos las tiras de "huesitos" y la bolita en el centro de cada pan, apretando ligeramente para asegurarnos de que está bien colocada y no se cae durante el horneado. (Si echáis otro vistazo a las fotos se vuelve a entender mejor). 
  • Pincelamos de nuevo todo el pan con la mezcla de huevo batido y agua y  espolvoreamos azúcar.
  • Horneamos a 190ºC (no olvidéis precalentar el horno antes) durante 15 minutos y después otros 5 minutos más a 180ºC. Pasado este tiempo apagamos el horno y dejamos nuestro pan de muerto dentro unos 5 minutos más. 
  • Sacamos del horno y dejamos enfriar completamente sobre una rejilla antes de comer.

Conservación:
  • Durante unos cinco días este pan de muerto se conservara casi ta tierno como el primer día. 
  • Se puede congelar (antes y después de cocer).


















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