domingo, 7 de septiembre de 2014

Tarta tres chocolates


Parece ser que el jueves este blog cumplió un año. La verdad es que yo no era consciente de ello, me lo recordaron Facebook y mi amigo Fran. ¡Qué haría yo sin ellos! Sin Fran más que sin Facebook, porque la verdad es que no presto mucha atención a esta red social. Pero bueno, a lo que vamos.

Para celebrar este cumpleaños, este primer aniversario, había que preparar algo especial. ¿Pero especial quiere decir difícil y largo de preparar? Para nada. Hoy os propongo la ya mítica tara de tres chocolates. Fresca, cremosa, con ese contraste entre la suavidad y el crujiente... Y lo mejor de todo; fácil y rápida de preparar y sin necesidad de utilizar el horno. Sí, sin horno. Porque aunque no os lo creáis hay gente degenerada que no tiene horno en su cocina y que también se merece un dulce de vez en cuando.

Recetas de tartas de tres chocolates hay mil por ahí, ya os digo que es fácil de hacer, a los niños les encanta y para los adultos es muy resultona, sin resultar empalagosa. Pero creo que la mía se distingue de las demás en dos cosas: yo apenas añado azúcar y a la base de galleta triturada le incorporo un poco de maíz tostado, los kikos o pepes (sí, en mi pueblo se llaman pepes, qué pasa) de toda la vida, para aportarle un extra de crujiente y un ligero contraste salado. ¿Nos ponemos a ello?

Ingredientes:
  • 150 gr de chocolate negro
  • 150 gr de chocolate con leche
  • 150 gr de chocolate blanco
  • 750 ml de nata para montar
  • 3 tazas de leche
  • 3 sobres de cuajada (En la caja de Royal vienen cuatro)
  • 3 cucharadas de azúcar
  • 1 paquete de galletas María
  • 3 cucharadas de mantequilla
  • 1 puñado de maíz tostado

Elaboración:

Para la base:
  • Tan fácil como triturar las galletas María, romper un poco el maíz tostado (sin llegar a hacerlo polvo, de lo que se trata es de que se note un poco al masticar) y mezclar ambas cosas con la mantequilla derretida. 
  • Con esta mezcla forramos un molde desmontable y reservamos.

Para la capa de chocolate negro:
  • Disolvemos un sobre de cuajada en una taza de leche y reservamos.
  • Ponemos a hervir 250 ml de nata y una cucharada de azúcar. Cuando rompa a hervir, separamos del fuego, incorporamos el chocolate negro troceado y removemos hasta que se derrita. 
  • Añadimos la cuajada disuelta, volvemos a poner al fuego y removemos hasta que hierva 2 minutos. 
  • Echamos en el molde encima de la base de galletas y sin necesidad de meter en la nevera nos ponemos con la siguiente capa.
 
Para la capa de chocolate con leche:
  • Disolvemos un sobre de cuajada en una taza de leche y reservamos.
  • Ponemos a hervir 250 ml de nata y una cucharada de azúcar. Cuando rompa a hervir, separamos del fuego, incorporamos el chocolate con leche troceado y removemos hasta que se derrita. 
  • Añadimos la cuajada disuelta, volvemos a poner al fuego y removemos hasta que hierva 2 minutos. 
  • Echamos en el molde encima de capa de chocolate negro. Eso sí, hacedlo sobre una cuchara, para que se reparta uniformemente y no estropee la capa anterior. 
  • Y de nuevo, sin necesidad de meter en la nevera, nos ponemos con la siguiente capa.

    Para la capa de chocolate blanco:
    • Disolvemos un sobre de cuajada en una taza de leche y reservamos.
    • Ponemos a hervir 250 ml de nata y una cucharada de azúcar. Cuando rompa a hervir, separamos del fuego, incorporamos el chocolate blanco troceado y removemos hasta que se derrita. 
    • Añadimos la cuajada disuelta, volvemos a poner al fuego y removemos hasta que hierva 2 minutos. 
    • Echamos en el molde encima de capa de chocolate negro. Otra vez lo hacemos sobre una cuchara, para no cargarnos el trabajo anterior. 
    • Dejamos que enfríe y metemos en la nevera, porque está más rica fría y de un día para otro.
    (Perdonad por las fotos, pero este post no estaba preparado y las saqué todas con el móvil sobre la marcha...)

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