Sin duda, las galletas más famosas que nos han llegado desde Estados Unidos son las cookies. Esponjosas y con grandes trozos de chocolate. O eso se supone, porque a veces encontramos versiones bastante duras de este dulce.
Cuando estuve en Nueva York me decepcionó un poco encontrar en el supermercado unos tubos de masa ya preparada, para cortar y hornear en casa. Mi decepción aumentó notablemente cuando una madrugada en el hotel vimos en la tele un programa de cocina en el que usaban esos tubos para preparar las famosísimas galletas. Aluciné. Así que dos días después, en un mercado callejero en el que había varios puestos de comida en los que todo llevaba la etiqueta de "casero" y "ecológico", dudé mucho antes de comprar unas cookies. Estaban deliciosas.
Así que a mi vuelta a casa, cogiendo varias recetas de libros, revistas e Internet, hice varios intentos hasta conseguir las galletas con trozos de chocolate casi perfectas. He de reconocer que la receta de Marc Grossman me ayudó mucho. Ahí va el resultado; unas galletas bastante más blanditas y sabrosas que las que encontramos en los supermercados...
Ingredientes:
- 250 gr de mantequilla a temperatura ambiente
- 125 gr de azúcar blanquilla
- 125 gr de azúcar moreno
- 1 cucharada de extracto de vainilla
- 2 pizcas de sal
- 2 huevos medianos
- 400 gr de harina de fuerza
- 3 pizcas de bicarbonato sódico
- 200 gr de chocolate troceado
Elaboración:
- Batimos la mantequilla y el azúcar hasta obtener una crema blanquecina y con algunas burbujas.
- Añadimos los huevos, la sal y el extracto de vainilla y batimos hasta lograr una masa homogénea.
- Incorporamos la harina y el bicarbonato y mezclamos bien.
- Para terminar añadimos el chocolate troceado y lo incorporamos de forma que quede bien repartido por toda la masa.
- Tapamos el bol con film de cocina y lo dejamos reposar en la nevera al menos una hora.
- Pasado ese tiempo sacamos la masa de la nevera y hacemos con ella bolas como del tamaño de una pelota de golf
- Colocamos las bolas sobre una bandeja de horno forrada con papel vegetal, dejando espacio entre ellas. No hay que aplastar las bolas, al cocinarse bajan solas, pero sí es importante dejar espacio entre ellas.
- Horneamos las cookies durante 9 minutos, en un horno precalentado a 205ºC. Aunque creáis que no están hechas, no las dejéis más tiempo, tienen que estar blandas al sacarlas del horno.
- Antes de comerlas tenemos que dejar que las cookies se enfríen sobre una rejilla como mínimo 10 minutos.
Conservación:
- Dentro de un bote de lata aguantan perfectamente unos 9 días. Lo que dudo es que vosotros aguantéis tanto tiempo sin comerlas...
- También podéis hacer el doble de masa, y congelar una parte para otra vez. Sólo tendréis que dejarla descongelar, formar las bolas y hornear.