domingo, 26 de agosto de 2018

Yogur de plátano y naranja (Con Thermomix y sin yogurtera)

Seguro que habéis visto en la tele ese anuncio en el que salen unos chicos (y con chicos me refiero a chicas y chicos, así con el masculino plural como genérico, que es como se ha dicho toda la vida) estupendos anunciando un yogur triple cero:  0% materia grasa, 0% azúcares añadidos y 0% edulcorantes. Porque ahora estamos muy preocupados por nuestra salud y todo lo queremos cero, cero, aunque eso implique que lo que nos llevemos a la boca, al final, también sepa cero.

No voy a decir que esos yogures estén malos, pero un poco sosos, la verdad, para mí sí que son. Les falta chispa, alma, alegría. Par mí. Así que os propongo hacer vuestros propios yogures en casa, sin colorantes ni conservantes, con fruta y leche frescas. Y un poquito de azúcar, sí. Aunque supongo que si no se lo añadía no pasará nada. Aún así, supongo que siempre será mejor eso que un yogur industrial que no sabes exactamente lo que lleva.

Yo he utilizado la Thermomix y el horno para hacer los yogures. Para prepararlos vamos a necesitar leche (mejor fresca que pasteurizada) y  un yogur natural. Esa es la base, a la que luego podremos incorporar zumos, fruta u otros ingredientes. También un poco de leche en polvo, lo que nos ayudará a espesa nuestro yogur. La cantidad de leche en polvo que yo os pongo es orientativa, haced vuestras pruebas aumentando o disminuyendo su cantidad, dependiendo de si queréis un yogur más o menos espeso.

Otra cosa a tener en cuenta es la temperatura de elaboración. Haremos la mezcla a menos de 50ºC, con lo que conseguiremos que las bacterias del yogurt se extiendan en nuestra leche y consigamos cuajarlo. La temperatura ideal de fermentación es la de 45ºC, nunca haremos yogur subiendo en la mezcla los 50ºC, ya que corremos el riesgo matar las bacterias del yogur, y entonces sólo cinseguiríamos que quedara líquido.

Más cosas a tener en cuenta: los yogures caseros hay que consumirlos en una semana, 8 días (recordad que Para elaborarlos utilizamos leche fresca, que puedemos encontrar en casi cualquier supermercado). Y además, sí guardamos 125 gramos de nuestro yogur casero podemos utilizarlo para hacer luego una siguiente tanda. Así que ya sabéis, animaos a probar.

Ingredientes:
  • 200 g de plátanos maduros
  • 60 g de zumo de naranja
  • 80 g de azúcar
  • 1 litro de leche entera y fresca
  • 25 g de leche en polvo
  • 125 g de yogurt natural

Elaboración:
  • En el vaso de la Thermomix ponemos el plátano, el zumo de naranja y el azúcar y trituramos 5 segundos a velocidad 5.
  • A continuación lo cocinando 8 minutos, Varoma, a velocidad 1 para hacer una especie de compota. 
  • Una vez acabado el tiempo tendremos que dejar que enfríe hasta llegar a 37º. Tardará unos 30 minutos.
  • Cuando haya alcanzado esa temperatura agregamos 500 g de leche, la leche en polvo y programamos 1 minuto en velocidad 7.
  • Incorporamos los otros 500 g de leche, junto con el yogur, y programamos 5 minutos, a 50º en velocidad 3.
  • Precalentamos el horno a 50ºC, lo apagamos, rellenamos los vasos con el yogur y los metemos en el horno. 
  • Dejamos que fermenten unas 13 horas, los sacamos del horno, los tapamos y los metemos en la nevera.
  • Ya tenemos nuestro yogur casero listo para consumir, antes de 7 días.


domingo, 19 de agosto de 2018

Pan de tinta de calamar

Hoy se acaba una de las citas ineludibles del verano gijonés, la FIDMA (Feria Internacional de Muestras de Asturias), o simplemente "la feria", como la llaman aquí. Allí se dan citas un montón de stands, empresas y comercios, que ofrecen casi cualquier cosa, desde sartenes antiadherentes hasta coches, supuestamente a muy buen precio. Y digo se supone porque Yo, después de 13 años viviendo en Asturias, aún no he ido nunca. 🤣🤣🤣

Otra seña de identidad de la feria de muestras es el bocata de calamares. Se supone que nadie pasa por allí sin llevarse uno a la boca y según algunos es un manjar y según otros algo bastante a evitar. El bocata de calamares me persigue. Cuando vivía en Madrid casi todo el que me visitaba cumplía con el ritual de comerse uno en la Plaza Mayor. Algo que a mí no me llamaba mucho la atención, sobre todo porque la mayonesa (o mahonesa, como prefiráis), estaba siempre al lado de la freidora donde se cocina los calamares.

Pero a pesar de todo a mí el bocata de calamares no me disgusta. Al menos el que hago en casa o tomo en algunos bares y restaurantes. Diría que la calidad de los calamares es bastante importante, que no es lo mismo unos congelados de los baratos que unas buenas rabas hechas en casa. Pero el pan también cuenta. Y es en eso en lo que nos vamos a centrar hoy, en un buen pan de tinta de calamar con el que hacer el bocata perfecto. Así que ya sabéis, precalentad el horno y manos a la obra. 

Ingredientes:
  • 345 g de harina de fuerza
  • 165 g de  leche 
  • 72 g de mantequilla fría en cubitos
  • 17 g de azúcar
  • 7 g de sal
  • 7 g de levadura fresca
  • 18 g de tinta de calamar 
  • c/s de sésamo

Elaboración:
  • Ponemos todos los ingredientes en un bol y amasamos bien, hasta obtener una masa uniforme y que se separe con facilidad de las paredes del bol y los dedos.
  • A continuación formamos una bola lo más prieta posible con nuestra masa, la volvemos a colocar en un bol , la tapamos y la dejamos reposar durante 1 hora.
  • Pasado ese tiempo dividimos la masa en porciones de 80 gramos, hacemos con ellas bolitas lo más prietas posibles, las tapamos y dejamos reposar 15 minutos.
  • Pasado ese tiempo formamos una barrita con cada una de las bolitas, humedecemos la parte de arriba de las barras (recordad, el cierre o la parte de fea tiene que ir siempre hacia abajo), las pasando por el sésamo, hacemos 3 cortes en cada una de ellas y las ponemos en una bandeja de horno, dejando espacio entre ellas porque crecerán.
  • Tapamos nuestras barritas de pan de tinta de calamar con un paño y dejamos que fermenten durante 1 hora o 1 hora y media. (Ya sabéis el tiempo dependerá del calor que haga en nuestra cocina).
  • Pasado ese tiempo, cuando tengamos las barritas fermentadas, las cocemos en el horno precalentado a 220°C durante 15 minutos.
  • Sólo nos queda dejar enfriar nuestro pan antes de disfrutar de él, por ejemplo, en un buen bocata de calamares.

domingo, 12 de agosto de 2018

Helado de leche condensada

Ya sé que estamos en pleno agosto y que lo suyo es que haga calor, pero yo ya estoy harta de estas temperaturas. Por mí podríamos prescindir de la primavera y el verano y vivir perpetuamente en otoño e invierno, pero hay que adaptarse a lo que hay. Buscar un poco de sombra y hacer la situación más llevadera con algo fresquito, como el helado que os propongo preparar hoy. (Ojo, que ya sabéis que yo soy de la opinión de que el helado es para todo el año. 😉).

Casi me da vergüenza llamar a esto receta y, además, no tengo muy claro que a esto se le pueda llamar helado, pero se le parece bastante. Con dos ingredientes, nata y leche condensada, podemos hacer un postre sin ningún esfuerzo y que siempre queda cremoso.

No sé a quién se le ocurriría inventar la leche condensada, y ya sé que la gente dice que es lo peor, llena de lactosa y azúcar, mortal de necesidad, pero yo creo que habría que ponerle un piso en la Gran Vía. Este producto no deja de ser la leche de vaca de toda la vida, a la que se le quita todo el agua y se le añade azúcar, de ahí su espesor y dulzor. Si no abrimos el envase en el que viene se puede conservar durante años en perfecto estado sin necesidad de frío, así que el ejército de la Unión empezó a incluirla en sus raciones de campaña, lo que la popularizó. Y es que claro, cuando los soldados volvían a casa querían más y la compartían con familiares y amigos.

El flan de leche condensada es todo un clásico, lo mismo que añadirla a las fresas, pero tiene muchas más posibilidades. Aquí ya os hemos propuesto hacer con ella unas galletas, un bizcocho o unas magdalenas, pero todavía le podemos sacar mucho más partido. Como con este helado que vamos a hacer hoy. Porque no os vais a poder resistir, ¿verdad?

Ingredientes:
  • 300 g de leche condensada fría
  • 500 ml de nata para montar muy fría

Elaboración:
  • Lo primero que tenemos que hacer es montar la nata. Tiene que quedar firme, pero no os paséis batiendo, porque la línea que separa una mata montada firme de una dura es muy fina.
  • En un bol ponemos la leche condensada y vamos incorporando poco a poco la nata, con suavidad y movimientos envolventes para que no se baje.
  • Ponemos está mezcla en la heladera y la mantecamos como indica el fabricante o como solemos hacerlo habitualmente. (Si no  tenéis heladera no pasa nada. Sólo tenéis que poner la mezcla en un recipiente hermético y meterla al congelador y, durante las 3 primeras horas de congelación sacarlo cada media hora y batirlo con unas varillas o tenedor).
  • Dejamos toda la noche en el congelador bien tapado y listo, ya tenemos helado de leche condensada para disfrutar. (Mejor si lo sacamos unos 10 minutos antes de consumir).