domingo, 29 de abril de 2018

Camembert al horno

Yo no me fío de la gente que no come. Así, en general. Y en particular no me fío de la gente que no come queso. Ya, para esa gente que dice que no le gusta el queso y luego come tranchetes o pizzas de esas de las del super, para esa gente que huye del manchego, el comté o el stilton y luego se traga esas cosas que degradan el nombre del queso, no tengo palabras. Como ya habréis adivinado, el protagonista de nuestro post de hoy es el queso. Y digo post porque no me atrevo a decir que esto sea una receta.

Hoy vamos a preparar un camembert al horno, aromatizado con ajo, pimienta, romero y un poco de vino blanco. Es importante que os hagáis con un queso de esos que vienen en cajita de madera, pero no imprescindible: siempre podéis meter el camembert en una cazuelita de barro o un molde de tarta en el que quede ajustado. Si no encontráis camembert tampoco pasa nada, esta preparación también queda perfecta con un queso brie.

Este queso al horno es muy fácil de hacer, lleva muy pocos minutos de elaboración, se mete al horno y te olvidas de él durante un rato. Una preparación ideal para una reunión informal con los amigos, con la que quedar bien sin pasar demasiado tiempo aislado en los fogones mientras los demás se toman un vino y se enfrascan en una conversación en la que el cocinero no puede participar. Y una vez sacamos el queso del horno sólo nos hace falta un buen pan y ganas de disfrutar para acompañar. 

Ingredientes:
  • 1 camembert en caja de madera
  • 1 cucharadita de romero seco
  • 1 pizca de pimienta negra
  • 1 diente de ajo 
  • 3 cucharadas de vino blanco

Elaboración:
  • Lo primero que tenemos que hacer es quitar el plástico o papel que envuelve el queso y volver a meterlo en su cajita de madera.
  • Con un cuchillo hacemos incisiones en el camembert y metemos las rodajitas de ajo en algunas de ellas.
  • A continuación espolvoreamos el queso con la pimienta y el romero, y rociamos con una cucharada vino.
  • Metemos el queso al horno y lo gratinamos durante unos 10 minutos, añadiendo el resto del vino según se vaya consumiendo.
  • Sacamos el queso del horno y servimos inmediatamente acompañado de un buen pan.



domingo, 22 de abril de 2018

Bundt cake de fresas y leche condensada

Pues ya es oficial, ya es primavera. Sí, ya sé que la estación llegó a nuestras vidas hace ya unas semanas, pero el tiempo no acompañaba. Al menos a la mayoría de la gente, que se quejaba amargamente del frío y la lluvia como yo me quejaba de que se cayeran los pájaros de calor en pleno noviembre. Aunque parece que eso no molestaba tanto a la mayoría de mis compatriotas. Pero a lo que vamos. Con la primavera, y del buen tiempo, también llega la mejor época para las fresas.

Conozco a mucha gente a la que no le gusta la fruta, pero creo que no conozco a nadie a quien no le gusten las fresas. Podríamos decir que después de las naranjas (¿porque a quién no le gusta un zumo de naranja recién exprimido? Y es que eso es amor, amiguitos, amor es que te expriman el zumo todas las mañanas) las fresas son la fruta estrella, la fruta a la que nadie hace ascos. Formas de consumirlas hay muchas, desde simplemente lavadas a acompañadas de amoroso zumo de naranja, con nata, bañadas en chocolate o con un buen chorretón de leche condensada.

Y precisamente en este último postre, en las fresas con leche condensada, está inspirado el bundt cake que os proponemos preparar hoy. Un bizcocho con un intenso sabor a fresa que no tapa la suavidad de la leche condensada ni la suntuosidad de la mantequilla. Bajo una miga aparentemente densa y compacta, os encontraréis un bundt cake super jugoso, precisamente porque las frutas aportan muchísima humedad a las masas. Y lo mejor, aguanta en perfecto, sin resecarse, varios días. Aunque no creemos que dure mucho tiempo en vuestra cocina una vez haya salido del horno.

Ingredientes:

  • 140 g de mantequilla a temperatura ambiente
  • 2 huevos grandes
  • 270 g de leche condensada
  • 1 chorrito de kirsch 
  • 180 g de harina
  • 7 g de levadura química (tipo Royal)
  • 250 g de fresas

Elaboración:

  • Empezamos quitando el rabito a las fresas, limpiándolas y cortándolas en trocitos. Las ponemos sobre papel de cocina para que absorba el exceso de humedad y reservamos.
  • En un bol ponemos la mantequilla y la batimos, hasta que quede blanquecina y cremosa.
  • Cuando la tengamos añadimos los huevos de uno en uno, batiendo bien entre cada incorporación, hasta conseguir una mezcla esponjosa.
  • Incorporamos entonces la leche condensada y el chorrito de kirsch, y batimos de nuevo hasta que se integren.
  • Añadir la harina y la levadura previamente tamizadas y batimos lo justo para integrar.
  • Llegó el momento de añadir las fresas y mezclarlo todo bien con ayuda de una espátula.
  • Echamos nuestra masa en un molde previamente engrasado y cocemos el bundt cake en el horno precalentado a 180ºC durante unos 35-40 minutos, hasta que al pincharlo con un palillo salga limpio.
  • Cuando tengamos el bundt cake cocido lo sacamos del horno y lo dejar reposar en el molde unos 10 minuto.
  • Pasado ese tiempo lo desmoldamos y dejamos que se enfríe completamente sobre una rejilla.
  • Y ya tenemos nuestro bundt cake de fresas y leche condensada listo para servir y disfrutar.

domingo, 15 de abril de 2018

Hamad mraquade (o limones encurtidos o en conserva)

Hoy os traemos una receta de fondo despensa, una receta de esas que ponen la guinda a muchos de nuestros platos, hoy preparamos hamad mraquade. ¿El qué? Sí, ya sé que os ha sonado a chino, aunque en realidad es árabe. Hamad mraquade es como llaman en Marruecos a los limones encurtidos o en conserva. Hacer fermentados en casa está de moda, y aunque parezca que el kimchi es el rey de esta categoría yo prefiero la cocina africana a la coreana.

Elaborar encurtidos o fermentados en casa es tan sencillo que casi nos da vergüenza llamar a esto receta. Además, si no contamos el tiempo que nuestros limones en conserva necesitan para estar listos para el consumo, nos lleva muy poco tiempo de elaboración. Además los ingredientes para elaborarlos son baratos y fáciles de encontrar, por no decir que están en todas las casas. En cuanto a la cacharrería tampoco utilizaremos ningún instrumento de gran chef: con un tarro hermético hervido, un cuchillo y un exprimidor (y el exprimidor no es absolutamente imprescindible) podremos hacer nuestros limones en conserva.

¿Pero qué son exactamente los limones en conserva? Simplemente limones que se someten a un proceso de fermentación en una salmuera elaborada con su propio zumo y sal durante un mes, mes y medio. Además, para resaltar los propios sabores del limón y aportar otros matices a la preparación vamos a añadir algunas  especias, como la pimienta, la canela y el clavo. Esa es mi elección, pero según vuestros gustos podéis añadir ajo, chiles, cilantro en grano... Lo que prefiráis. Luego sólo queda armarse de paciencia a la espera de que pasen las semanas necesarias para probarlos y echarle imaginación para acompañar diferentes platos.

Ingredientes:
  • 10 limones más bien pequeños
  • 1 rama de canela
  • 2 hojas de laurel
  • 7 granos de pimienta negra
  • 200 g sal gruesa

Elaboración:
  • Para empezar exprimimos 5 limones y reservamos su zumo.
  • Hacemos un corte en forma de cruz en la base  del resto de los limones, hasta llegar a las 3/4 partes de su longitud total.(Tienen que quedar aún unidos).
  • Abrimos los limones con cuidado, ponemos una cucharada de sal gruesa en el centro y volvemos a cerrarlos.
  • Metemos los limones en un bote esterilizado, añadimos la sal, la canela, la pimienta y el laurel. 
  • Cubrimos los limones con el zumo de limón que teníamos reservado y, si fuera necesario, terminamos de rellenar el bote con agua. 
  • Tapamos bien el bote y lo guardamos en un lugar oscuro durante un mes, como mínimo. (Es importante que demos vueltas al bote de vez en cuando).
  • Pasado ese tiempo podremos utilizarlos en nuestros platos. ¡Prometo poner receta dentro de un mes exacto!

domingo, 1 de abril de 2018

Cuadraditos millionaires (o millonarios)

Si estáis a dieta estricta, dejad de leer ahora mismo. Porque la receta que traemos hoy es tan rica en ingredientes hipercalóricos que casi engorda sólo con leerla. Se trata de unos cuadraditos llamados millonarios, formados por una capa de galleta de mantequilla, otra de una mezcla de caramelo y toffe y otra de chocolate para rematar. Irresistibles. Así que supongo que tienen ese nombre porque son ¡riquísimos!

Yo los conozco como millionaires, ya que sólo los he visto en Escocia e Inglaterra. Allí es común tomarlos a la hora del té, solos o como parte del surtido de pastas, pastelitos, sándwiches y canapés de esos tés de lujo que son una merienda cena temprana en toda regla. Esos tés de lujo, que salvo en determinados establecimientos de categoría, no han llegado a España, con lo dados que somos nosotros a importar modas de otros países. Sí, entiendo que no nos vamos a poner a tomar un té de esos a las 5 de la tarde, pero a las 8 no lo veo tan descabellado.

Pero a lo que vamos, a la receta. Estos cuadraditos son bastante fáciles de elaborar, pero no es lo más indicado si lo que queremos es un dulce para ya. Más que nada porque para incorporar una capa hay que esperar a que la anterior esté fría o cuajada. Esa es la máxima dificultad de millionaires, no morir de la ansiedad antes de que estén acabados. 

Si no sois amantes del dulce en exceso, no tengáis miedo, en los millonarios está todo bastante bien equilibrado. La galleta de base no es muy dulce, y si ponemos por encima una capa de chocolate negro se compensa perfectamente el dulzor del caramelo. Si sois más golosos tampoco hay problema, usad chocolate con leche y listo. Lo importante es que os metáis en la cocina y preparéis esta receta. ¿Vamos?

Ingredientes para la galleta:
  • 165 g de mantequilla en dados
  • 173 g de harina
  • 38 g de azúcar glas

Ingredientes para el caramelo:
  • 50 g de mantequilla
  • 50 g de azúcar
  • 50 ml de miel
  • 370 g de leche condensada

Ingredientes para la cobertura de chocolate:
  • 150 g de chocolate 
  • 50 g de mantequilla

Elaboración de la galleta:
  • Tamizamos la harina y el azúcar glas y lo ponemos en un bol junto con la mantequilla. Mezclamos con la pala a velocidad alta varios segundos, hasta que se formen trozos grandes de masa.
  • En ese momento empezamos a trabajar la masa con las manos, hasta obtener una masa lisa.
  • Engrasamos y forramos con papel vegetal un molde de 18×21 cm y extendemos la masa para rellenar el fondo del molde.
  • Cocemos la galleta en el horno precalentado a 160°C, hasta que esté ligeramente dorada.
  • Dejamos enfriar completamente sin desmoldar

Elaboración del caramelo:
  • En una cacerola calentamos todos los ingredientes a fuego medio, removiendo sin parar hasta que la mantequilla y el azúcar se hayan derretido por completo.
  • Bajamos el fuego y seguimos cociendo durante otros 10 minutos más o menos, hasta obtener un caramelo rubio.
  • Cuando lo tengamos lo echamos sobre la galleta completamente fría, alisamos hasta obtener una superficie uniforme y lo metemos en la nevera hasta que el caramelo esté duro.

Elaboración de la cobertura de chocolate:
  • Derretimos el chocolate y la mantequilla en el microondas, de 30 en 30 segundos para que no se queme.
  • Dejamos que el chocolates  temple unos 5 minutos y lo echamos sobre la capa de caramelo.
  • Lo metemos en la nevera lo justo para que el chocolate endurezca, como unos 15 minutos, y lo cortamos en cuadraditos. (Si lo hacéis con un cuchillo humedecido en agua caliente será más fácil).
  • Ya tenemos nuestros cuadraditos millionaires listos para servir.