Hoy no hay excusa para no entrar en la cocina y prepararle el postre a toda la familia; seguro que tenéis todos los ingredientes en casa, no vais a tardar más de 10 minutos en elaborarlo y hasta un mono de feria puede hacerlo.Seguro que habéis oído hablar de la mousse de chocolate y agua, y precisamente eso es lo que vamos a preparar hoy.
Sólo hacen falta dos ingredientes, chocolate y agua. Sí, agua, a pesar de que siempre nos han dicho que el agua es el enemigo número uno del chocolate. Sólo hacen falta dos ingredientes, así que es importante que el chocolate sea de la mejor calidad que os podáis permitir. Nosotros, además lo vamos a alegrar con un poco de licor y azúcar, pero esto es totalmente opcional. Yo le echo un poquito de azúcar porque también es importante que el chocolate que utilicéis contenga al menos un 70% de cacao, ya que con un chocolate de menor porcentaje, o un chocolate con leche, al no añadir ni nata ni huevos a la mezcla, no se consigue la textura de mousse. (Esto ocurre porque no hay cantidad suficiente de manteca de cacao o grasa para mantener la estructura, pero tampoco vamos a ponernos técnicos).
Pero también hay ventajas: al no llevar ni nata ni huevos es un postre perfecto para personas que sufran intolerancia o alegía a estos alimentos. Sí, y es apto para veganos.Y si el chocolate se a elaborado como se debe elaborar también lo pueden tomar aquellos que sufran intolerancia al gluten. Hala, todos contentos.
O casi todos, porque ya aviso de antemano a los puristas que la textura no es exactamente la misma que la del mousse tradicional, pongo en su conocimiento que no queda un mousse ni tan suave ni tan aireado. Pero el resultado, de verdad, es muy digno y con un intenso sabor a chocolate. Vamos al lío.
Sólo hacen falta dos ingredientes, chocolate y agua. Sí, agua, a pesar de que siempre nos han dicho que el agua es el enemigo número uno del chocolate. Sólo hacen falta dos ingredientes, así que es importante que el chocolate sea de la mejor calidad que os podáis permitir. Nosotros, además lo vamos a alegrar con un poco de licor y azúcar, pero esto es totalmente opcional. Yo le echo un poquito de azúcar porque también es importante que el chocolate que utilicéis contenga al menos un 70% de cacao, ya que con un chocolate de menor porcentaje, o un chocolate con leche, al no añadir ni nata ni huevos a la mezcla, no se consigue la textura de mousse. (Esto ocurre porque no hay cantidad suficiente de manteca de cacao o grasa para mantener la estructura, pero tampoco vamos a ponernos técnicos).
Pero también hay ventajas: al no llevar ni nata ni huevos es un postre perfecto para personas que sufran intolerancia o alegía a estos alimentos. Sí, y es apto para veganos.Y si el chocolate se a elaborado como se debe elaborar también lo pueden tomar aquellos que sufran intolerancia al gluten. Hala, todos contentos.
O casi todos, porque ya aviso de antemano a los puristas que la textura no es exactamente la misma que la del mousse tradicional, pongo en su conocimiento que no queda un mousse ni tan suave ni tan aireado. Pero el resultado, de verdad, es muy digno y con un intenso sabor a chocolate. Vamos al lío.
Ingredientes:
- 200 g de chocolate (por lo menos 70% de cacao. Yo he usado del 74%)
- 180 g de agua, menos dos cucharadas
- 2 cucharadas de Cointreau o kirsch (esto sustituye a las dos cucharadas de agua que hemos quitado. Si no queréis poner licor, no pasa nada, pero acordaos entonces de no quitar las dos cucharadas de agua)
- 2 cucharadas de azúcar
Ingredientes:
- Empezamos por preparar el material que utilizaremos para hacer la mousse. Así que en un bol de cristal grande ponemos muchos hielos, y encima ponemos otro bol. Reservamos.
- Vamos con la mousse propiamente dicha Ponemos todos los ingredientes (chocolate, agua, licor y azúcar) en un cazo y, a fuego bajo, calentamos removiendo continuamente, hasta que el chocolate esté totalmente derretido e integrado.
- Llegó el momento de verter la mezcla en el bol que tenemos sobre otro bol con hielos y, con una batidora de varillas, comenzamos a batir a velocidad media, hasta que consigamos la textura que buscamos. Recordad, cuanto más tiempo se bata más dura nos quedará la mousse. (Por cierto, no andéis subiendo y bajando la velocidad de la batidora, porque si no mantenemos la misma velocidad de batido todo el tiempo la mousse nos quedará arenosa).
- Por último, sólo nos queda servir y disfrutar.