domingo, 28 de agosto de 2016

Mousse de chocolate y agua (sí, sí, agua)

Hoy no hay excusa para no entrar en la cocina y prepararle el postre a toda la familia; seguro que tenéis todos los ingredientes en casa, no vais a tardar más de 10 minutos en elaborarlo y hasta un mono de feria puede hacerlo.Seguro que habéis oído hablar de la mousse de chocolate y agua, y precisamente eso es lo que vamos a preparar hoy.

Sólo hacen falta dos ingredientes, chocolate y agua. Sí, agua, a pesar de que siempre nos han dicho que el agua es el enemigo número uno del chocolate. Sólo hacen falta dos ingredientes, así que es importante que el chocolate sea de la mejor calidad que os podáis permitir. Nosotros, además lo vamos a alegrar con un poco de licor y azúcar, pero esto es totalmente opcional. Yo le echo un poquito de azúcar porque también es importante que el chocolate que utilicéis contenga al menos un 70% de cacao, ya que con un chocolate de menor porcentaje, o un chocolate con leche, al no añadir ni nata ni huevos a la mezcla, no se consigue la textura de mousse. (Esto ocurre porque no hay cantidad suficiente de manteca de cacao o grasa para mantener la estructura, pero tampoco vamos a ponernos técnicos).

Pero también hay ventajas: al no llevar ni nata ni huevos es un postre perfecto para personas que sufran intolerancia o alegía a estos alimentos. Sí, y es apto para veganos.Y si el chocolate se a elaborado como se debe elaborar también lo pueden tomar aquellos que sufran intolerancia al gluten. Hala, todos contentos.

O casi todos, porque ya aviso de antemano a los puristas que la textura no es exactamente la misma que la del mousse tradicional, pongo en su conocimiento que no queda un mousse ni tan suave ni tan aireado. Pero el resultado, de verdad, es muy digno y con un intenso sabor a chocolate. Vamos al lío.

Ingredientes: 
  • 200 g de chocolate (por lo menos 70% de cacao. Yo he usado del 74%)
  • 180 g de agua, menos dos cucharadas
  • 2 cucharadas de Cointreau o kirsch (esto sustituye a las dos cucharadas de agua que hemos quitado. Si no queréis poner licor, no pasa nada, pero acordaos entonces de no quitar las dos cucharadas de agua)
  • 2 cucharadas de azúcar

Ingredientes:
  • Empezamos por preparar el material que utilizaremos para hacer la mousse. Así que en un bol de cristal grande ponemos muchos hielos, y encima ponemos otro bol. Reservamos. 
  • Vamos con la mousse propiamente dicha Ponemos todos los ingredientes (chocolate, agua, licor y azúcar) en un cazo y, a fuego bajo, calentamos removiendo continuamente, hasta que el chocolate esté totalmente derretido e integrado. 
  • Llegó el momento de verter la mezcla en el bol que tenemos sobre otro bol con hielos y, con una batidora de varillas, comenzamos a batir a velocidad media, hasta que consigamos la textura que buscamos. Recordad, cuanto más tiempo se bata más dura nos quedará la mousse. (Por cierto, no andéis subiendo y bajando la velocidad de la batidora, porque si no mantenemos la misma velocidad de batido todo el tiempo la mousse nos quedará arenosa).
  • Por último, sólo nos queda servir y disfrutar.

domingo, 21 de agosto de 2016

Batido de plátano, piña y citronella

Los smoothies, como llaman los modernos y foodies a los batidos de toda la vida, están de moda. Son algo que siempre ha estado ahí, que siempre se ha tomado, pero que han conocido la fama gracias a recibir un nombre en inglés, así de simples y ridículos somos. En fin, dejemos este tema, que me caliento, y sigamos adelante.

Yo soy mucho de zumos y batidos. Den hecho creo firmemente que amor verdadero es que te expriman el zumo de naranja todas las mañanas. El batido va un paso más allá del zumo, pero aún así nunca podrá desbancarlo, al menos en mi corazón. Eso sí, un batido de fruta  no se rechaza.

Hacer un batido es fácil. Sólo necesitamos una buena batidora, fruta fresca, vegetales y un poco de leche. A partir de ahí las posibilidades son infinitas. Yo he elegido el plátano porque siempre tengo en casa (tomo uno todas las mañanas con ese zumo de naranja recién exprimido), piña fresca y citronella, que para mí es como un rayito de luz y tiene todo el sabor del verano. Si no la encontráis supongo que se puede sustituir por un chorrito de zumo de limón, aunque supongo que el sabor cambiará un poco. Por cierto, intentad respetar las proporciones, porque el plátano tiene un sabor muy potente y si os pasáis se comerá el del testo de los ingredientes. Venga, vamos allá.

Ingredientes:
  • 250 g de plátano (ya pelado)
  • 400 g de piña (ya pelada)
  • 20 g de citronella (hierba limón o lemongrass)
  • Leche al gusto

Elaboración:
  • Lo primero que tenemos que hacer es pelar la fruta y cortarla en trozos. Para la citronella tenemos retirar la primera capa, cortar la base y la parte verde y desecharlas.
  • Metemos todos los ingredientes en el vaso de la Thermomix y trituramos durante dos minutos a velocidad 6. Si no tenéis esta máquina no pasa nada, lo podéis hacer con una batidora normal o una de vaso, aunque probablemente luego tendréis que colar vuestro batido.
  • A continuación echamos la cantidad de leche que deseemos, dependiendo de si queremos un batido más gordito o más líquido, y trituramos de nuevo ligeramente, sólo hasta que todos los ingredientes se mezclen.
  • Ya sólo nos queda servir nuestro batido bien fresquito y disfrutar.

domingo, 7 de agosto de 2016

Vasitos de cereza, galleta y chocolate blanco


Sin duda las cerezas, con ese maravilloso color granate, son una de las frutas estrella del verano. Te las metes en la boca y parece que está mordiendo un rayito de sol, un poco de descanso y tranquilidad. Y eso que hay un ritual en torno a las cerezas que a mí me atormenta. Seguro que en vuestra casa, a la hora del postre, también se saca un bol lleno de cerezas y otro lleno de agua, para lavar las cerezas antes de comérnoslas. Y ese es el momento que me trae por la calle de la amargura. ¿Un cuenco lleno de agua para lavar las cerezas? ¡¿Lavar?! Pero si toda la mierda que pueda tener la cereza se queda en ese cuenco de agua en el que remojaremos la próxima cereza. No lo entiendo.

Pero dejemos ese pequeño detalle a un lado y vamos con la propuesta de hoy; unos vasitos de gelificado de cereza, galleta y mousse de chocolate blanco. Una elaboración muy sencilla pero que os llevará un tiempo, más que nada por los tiempos de espera que hay que respetar para que cuajen cada una de las elaboraciones. Porque para facilitar las cosas vamos a utilizar galletas compradas en el super. Si queréis hacerlas vosotros mismos, adelante, pero no pasa nada por coger atajos en la cocina de vez en cuando.

Un postre en formato individual, para asegurarnos de que nadie se come nuestra parte. En el que se mezclan las texturas; un gelificado que hay que masticar ligeramente, el crujiente de la galleta y un mousse suave que se deshace en la boca. Un postre en el que podemos disfrutar del contraste de sabores; la acidez de la cereza, el dulzor del chocolate blanco y la mantequilla de la galleta. Un vasito con el que quedaremos de lujo si tenemos invitados o con el que podremos daros un homenaje a nosotros mismos. Vamos a ello.

Ingredientes para el gelificado de cereza:
  • 300 g de puré de cereza (Yo lo tengo. Congelado. Si vosotros no lo tenéis os toca machacar cereza fresca hasta conseguir esa cantidad. Eso sí, triturarlo muy bien y colarlo para que no os queden pielecillas)
  • 50 g de azúcar
  • 8 g de hojas de gelatina

Ingredientes para el mousse de chocolate blanco:
  • 100 g de leche
  • 6 g de hojas de gelatina
  • 188 g de chocolate blanco
  • 250 g de nata semimontada

Además:
  • Galletas (yo he utilizado bretonas, pero usad las que más os gusten)
  • Cerezas frescas para decorar 

Elaboración del gelificado de cereza:
  • Lo primero que tenemos que hacer es poner a hidratar las hojas de gelatina en agua fría.
  • Calentamos una parte de puré en un cazo y fundimos el azúcar y la gelatina en él.
  • Añadimos el resto del puré, funsimos y mezclamos bien.
  • Llenamos vasitos con el gelificado de cereza y los llevamos a la nevera, hasta que cuaje bien.

Elaboración de la mousse:
  • Antes de empezar a elaborar la mousse tenemos que poner a hidratar la gelatina en agua fría. 
  • A continuación sacamos los vasitos de la nevera, partimos las galletas en trozos y echamos un puñado en cada vasito. Reservamos.
  • Fundimos el chocolate en el microondas, calentándolo de 30 en 30 segundos, y removiendo bien entre cada calentón para que no se nos queme.
  • Calentamos la leche (podéis hacerlo tranquilamente en el microondas, no os compliquéis) y fundimos la gelatina, bien escurrida, en ella.
  • Echamos la leche, en tres veces, sobre el chocolate fundido y emulsionamos bien, hasta obtener una crema lisa. (Si hay un momento en el que os parece que se os ha cortado no os agobiéis, cuando echéis la tercera parte de leche todo se arreglará como por arte de magia).
  • Dejamos que la mezcla enfríe hasta los 41-43ºC y mientras semimontamos la nata. (Semimotar, no montar. Cuando las varillas empiecen a marcarse ligeramente en la nata ya está lista).
  • Cuando la mezcla de chocolate y leche haya alcanzado los 41-43ºC lo mezclamos la nata semimontada. Para que la mousse nos quede bien primero mezclamos un poco de nata con el chocolate y luego ya lo incorporamos al resto de la nata, mezclando bien de abajo a arriba y con movimientos circulares.
  • Llenamos las vasitos con la mousse y los metemos bien a la nevera al menos una hora, hasta que cuaje bien. Cuando este listo y fresquito sólo nos queda adornarlo con cerezas, servirlo y disfrutar.