Os voy a contar un secreto; del aire no se vive. Y tampoco se rellenan entradas de un blog. Así que por mucho que lo intente no puedo dejar de comer. Lo que sí puedo es reestructurar mi nevera y los armarios de la despensa. Si no tengo en casa Coca Cola, queso o almendras fritas y saladas evito muchas tentaciones; si no lo quieres comer, no lo compres.
Y te das cuenta de que estás tú en casa, con los armarios y la nevera medio vacíos, pero con hambre. Y de repente recuerdas que tienes las manzanas cocidas que te sobraron tras hacer la infusión fría de manzana y canela. Y piensas que la fruta es sana. Pero así, sola, como que no apetece. Pero claro, nata montada tampoco le vas a echar, que llevas tres semanas intentando vivir del aire y no lo vas a fastidiar ahora. Pero solas tampoco las quieres comer y recuerdas que tienes harina integral en la despensa, así que si haces un bizcocho con ella tampoco puede ser mal.
Claro que una vez te pones a hacer el bizcocho no lo ves tan claro. Lleva un montón de mantequilla. Y azúcar (aunque si es azúcar moreno vale, ¿no?). Y huevos... Pero pogámonos manos a la obra, porque como os comentaba, del aire no se vive.
Ingredientes:
- Manzanas cocidas con canela
- 100 g de mantequilla
- 120 g de azúcar moreno
- 3 huevos
- 150 gr de harina integral (puede ser de trigo o espelta)
- 6 g de levadura tipo Royal
Elaboración:
- Pelamos las manzanas cocidas, les quitamos las pepitas y las partes duras que puedan tener y las trituramos con ayuda de la batidora. Reservamos.
- Ponemos el azúcar y la mantequilla en un cuento y lo batimos hasta conseguir que doble el volumen y quede un poco esponjoso.
- Es entonces cuando añadimos los huevos y batimos hasta que se integren bien. (Es mejor hacerlo de uno en uno, pero yo, que soy así de inconsciente, los añadí todos a la vez. Haced lo que digo, no lo que hago).
- Incorporamos la manzana y batimos sólo hasta mezclar.
- Para acabar, agregamos la harina y la levadura, que mezclaremos suavemente con una espátula.
- Echamos la mezcla en un molde engrasado y lo metemos en el horno precalentado a 180ºC durante 20 minutos.
- Pasado ese tiempo, bajamos el horno a 170ºC y lo horneamos otros 10 o 15 minutos.
- Sacamos del horno, dejamos que temple y desmoldamos sobre una rejilla.