Pues sí, señores ya está aquí Halloween. Seguro que ya os habéis dado cuenta, porque calaveras, brujas y esqueletos se han adueñado de supermercados y escaparates. A mí, personalmente, es una fiesta que no me gusta nada. Y es que puestos a desterrar la fiesta de Difuntos y Todos los Santos e importar una del extranjero, me quedo con el Día de Muertos de México, lleno de colorido, alegría, recuerdo a los que ya no están y buena bebida y comida. Pero al parecer soy la única que piensa así; en un mundo globalizado los estadounidenses siguen copando todo el mercado.
Repito, no me gusta Halloween, pero no he podido escapar a la presión y me he visto obligada a hacer unas galletas para la ocasión. Tampoco me he comido mucho la cabeza, la ocasión no lo merece (que me perdonen los estadounidenses si es que alguno me está leyendo). Una galleta de mantequilla básica, fondant blanco comprado ya hecho (el fondant, otra cosa que está de moda y a la que tampoco le encuentro demasiado sentido) y un poco de glasa real.
Como son fáciles de hacer, si tenéis niños en la familia, podéis pasar una tarde entretenida elaborando estas galletas con ellos. Pero ojo, aunque sean sencillas, saber, saben bien, tampoco nos vamos a engañar. Puede que la capa de fondant sea demasiado para adultos con paladares exquisitos, pero a los niños seguro que les encanta. Y si no, tenéis gente menuda en casa, no os preocupéis, siempre podéis hacerlas con margarina, en vez de mantequilla, y utilizarlas como decoración. Yo creo que si las guardáis en un tupper que cierre herméticamente aguantarán perfectamente hasta el año que viene...
Ingredientes
para las galletas:
- 300 gr de mantequilla atemperada
- 1 taza de azúcar
- 5 tazas de harina
- 2 huevos
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 1paquete de fondant blanco
Elaboración de las galletas:
- Con la ayuda de una batidora batimos la mantequilla (valga la redundancia) hasta que esté cremosa. Sin dejar de batir añadimos el azúcar, los huevos uno a uno y la esencia de vainilla.
- Llegará un momento en que la batidora no nos sirva y tendremos que amasar con las manos. Toca remangarse y trabajar la masa hasta que no se nos peque en las manos. Cuando esté lista la dejamos reposar en la nevera durante media hora, porque así será más fácil de trabajar.
- Sacamos la masa de la nevera, la colocamos entre dos láminas de papel vegetal y con un rodillo la extendemos hasta dejarla, más o menos, en medio centímetro de espesor.
- Llegó el momento de
cortar las galletas con un cortapastas redondo. Las colocamos en una
bandeja de horno forrada con papel vegetal y se meten al
horno precalentado a 180ºC durante unos 15 minutos. Todo depende de
vuestro horno, así que vigiladlas, porque se queman con mucha
facilidad.
Ingredientes para la glasa real:
- 250 gr de azúcar glass
- 6 gotas de limón
- 1 clara de huevo
- Colorante en gel negro
Elaboración de la glasa real:
- Ponemos la clara de huevo en el recipiente de la batidora y añadimos 3 o 4 cucharadas de azúcar glass. Empezamos a batir e incorporamos el zumo de limón.
- Agregamos el resto del azúcar glass en pequeñas cantidades, sin dejar de batir en ningún momento.
- Seguimos batiendo hasta que obtengamos una especie de merenge firme, en el que se formen picos bien marcados.
- Teñimos la glasa con un poco de colorante en gel negro.
- Truco: recordad que si
cogemos el huevo más viejo que tenemos en la nevera nos será más
fácil montar la glasa real.
Cómo montar las galletas:
- Lo primero es estirar el fondant. Para que no se nos pegue espolvoreamos ligeramente la superficie de trabajo y el rodillo con maizena.
- Cuando lo dejemos algo más fino de medio centímetro lo cortamos con el mismo cortapastas con el que hemos cortado las galletas. Cogemos una galleta (tienen que estar bien frías), untamos sobre ella un poco de agua y pegamos nuestro círculo de fondant blanco.
- Llega el momento de utilizar la glasa real. Metemos la glasa en una manga pastelera pequeña, cortamos la punta y empezamos formar con ella caritas más o menos terroríficas en nuestras galletas. Yo me he inspirado en Jack Skeleton, el protagonista de "Pesadilla antes de Navidad", de Tim Burton, uno de mis directores favoritos. Pero vosotros podéis decorarlas como más os gusten.
- Truco: si no tenéis mangas pasteleras de las desechables, de las de plástico, podéis hacerlas vosotros, creando un pequeño cucurucho, con un poco de... ¡papel vegetal! (Cosa más practica no vi en la vida...)
- Estas galletas aguantan perfectamente una semana dentro de una lata bien cerrada o un frasco de cristal que cierre bien. (Este tarro de cristal de las fotos lo veis muy vacío porque ya he regalado unas cuantas galletas a algunos niños.)